Sabemos que la mayoría de personas en el mundo cristiano celebra Navidad, pero ¿qué hay de los Santos de los Últimos Días?
Bien, los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días también son cristianos que creen en la Biblia y conmemoran el nacimiento del Salvador, Jesucristo, al igual que muchos otros en el mundo.
Los Santos de los Últimos Días comparten y creen en las historias de Navidad de los evangelios de la Biblia en la Iglesia, asimismo, ellos también las complementan con los relatos que se encuentran en el Libro de Mormón.
El Libro de Mormón contiene la historia de varios grupos de personas que emigraron del Oriente Medio al continente Americano.
El pueblo nefita, llamado así en honor a su profeta, Nefi, partió de Jerusalén alrededor del año 600 a. C. después de recibir la advertencia de que la ciudad sería destruída. Ellos llevaron consigo las escrituras hebreas que existían hasta esa fecha, grabadas en planchas de bronce.
Los nefitas continuaron guardando registros de los siguientes profetas que fueron llamados, quienes sabían y enseñaron que Jesucristo sería el Salvador de la humanidad. Este pueblo guardó la Ley de Moisés y esperó la venida de Cristo.
La siguiente visión que tuvo Nefi, se registra al principio del Libro de Mormón:
“Y ocurrió que vi abrirse los cielos; y un ángel descendió y se puso delante de mí, y me dijo: Nefi, ¿qué es lo que ves? Y le contesté: Una virgen, más hermosa y pura que toda otra virgen.
Y me dijo: ¿Comprendes la condescendencia de Dios? Y le respondí: Sé que ama a sus hijos; sin embargo, no sé el significado de todas las cosas.
Y me dijo: He aquí, la virgen que tú ves es la madre del Hijo de Dios, según la carne.
Y aconteció que vi que fue llevada en el Espíritu; y después que hubo sido llevada en el Espíritu por cierto espacio de tiempo, me habló el ángel, diciendo: ¡Mira!
Y miré, y vi de nuevo a la virgen llevando a un niño en sus brazos. Y el ángel me dijo: ¡He aquí, el Cordero de Dios, sí, el Hijo del Padre Eterno! ¿Comprendes el significado del árbol que tu padre vio?”. -1 Nefi 11: 14-21
Los profetas nefitas predijeron que cuando el Salvador naciera en los alrededores de Jerusalén, se daría una señal, habría una nueva estrella en el cielo.
Los justos esperaron este acontecimiento con gran anticipación, pero a medida que el día se acercaba, el número de personas inicuas aumentaba:
“Y sucedió que a principios del año noventa y dos, he aquí, empezaron a cumplirse más plenamente las profecías de los profetas; porque empezó a haber mayores señales y mayores milagros entre el pueblo.
Pero hubo algunos que empezaron a decir que ya había pasado el tiempo para que se cumplieran las palabras que habló Samuel el Lamanita.
Y empezaron a reírse de sus hermanos, diciendo: He aquí, ya se pasó el tiempo, y no se han cumplido las palabras de Samuel; de modo que han sido en vano vuestro gozo y vuestra fe concernientes a esto.
Y aconteció que hicieron un gran alboroto por toda la tierra; y las personas que creían empezaron a apesadumbrarse en gran manera, no fuese que de algún modo no llegaran a verificarse aquellas cosas que se habían declarado.
Mas he aquí, esperaban firmemente la llegada de ese día y esa noche y otro día, que serían como un solo día, como si no hubiera noche, a fin de saber que su fe no había sido en vano.
Y sucedió que los incrédulos fijaron un día en el cual se habría de aplicar la pena de muerte a todos aquellos que creyeran en esas tradiciones, a menos que se verificase la señal que había indicado el profeta Samuel”.-3 Nefi 1: 4-9
Después de muchas generaciones y años, otro profeta llamado Nefi, se lamentó por lo que vendría para su pueblo y oró con fervor al Señor. Cristo mismo se le apareció para consolarlo:
“Y sucedió que todo ese día imploró fervorosamente al Señor, y he aquí, la voz del Señor vino a él, diciendo: Alza la cabeza y sé de buen ánimo, pues he aquí, ha llegado el momento; y esta noche se dará la señal, y mañana vengo al mundo para mostrar al mundo que he de cumplir todas las cosas que he hecho declarar por boca de mis santos profetas.
He aquí, vengo a los míos para cumplir todas las cosas que he dado a conocer a los hijos de los hombres desde la fundación del mundo, y para hacer la voluntad así la del Padre como la del Hijo: la del Padre por causa de mí, y la del Hijo por causa de mi carne. He aquí, ha llegado el momento y esta noche se dará la señal”. -3 Nefi 1: 12-14
Cuando la señal apareció, esta no pudo ser negada, ni siquiera por las personas inicuas:
“Y aconteció que se cumplieron las palabras que se dieron a Nefi, tal como fueron dichas; porque he aquí, a la puesta del sol, no hubo obscuridad; y el pueblo empezó a asombrarse porque no hubo obscuridad al caer la noche.
Y hubo muchos, que no habían creído las palabras de los profetas, que cayeron a tierra y se quedaron como si estuviesen muertos, pues sabían que se había frustrado el gran plan de destrucción que habían tramado contra aquellos que creían en las palabras de los profetas; porque la señal que se había indicado estaba ya presente.
Y empezaron a comprender que el Hijo de Dios pronto aparecería; sí, en una palabra, todos los habitantes sobre la faz de toda la tierra, desde el oeste hasta el este, tanto en la tierra del norte como en la tierra del sur, se asombraron a tal extremo que cayeron al suelo; porque sabían que los profetas habían dado testimonio de esas cosas por muchos años, y que la señal que se había indicado ya estaba a la vista; y empezaron a temer por motivo de su iniquidad e incredulidad.
Y sucedió que no hubo obscuridad durante toda esa noche, sino que estuvo tan claro como si fuese mediodía. Y aconteció que en la mañana el sol salió de nuevo, según su orden natural; y entendieron que ese era el día en que había de nacer el Señor, por motivo de la señal que se había dado.
Y habían acontecido, sí, todas las cosas, toda partícula, según las palabras de los profetas. Y aconteció también que apareció una nueva estrella, de acuerdo con la palabra”. -3 Nefi 1: 15-21
Por lo tanto, El Libro de Mormón es un segundo testimonio de que Jesús es el Cristo, que fue nacido de una virgen y que es el Hijo de Dios.
Navidad en los Últimos Días
Los miembros de la Iglesia de Jesucristo celebran Navidad de acuerdo con las tradiciones de la cultura de donde viven sin participar de actividades que puedan apartarlos de su verdadero significado.
Las reuniones de Navidad (ya sean virtuales o físicas), los regalos, las luces especiales en muchos templos de la Iglesia, las presentaciones del coro del Tabernáculo y el devocional de Navidad de la Primera Presidencia son todos típicos de la época de Navidad de los Santos de los Últimos Días.
Una de las recomendaciones más importantes que se dan a los miembros es la de simplificar sus actividades, reuniones o celebraciones de Navidad para que pasen más tiempo en familia.
Para celebrar Navidad no es necesario tener que gastar mucho dinero y tiempo comprando regalos o ropa para la ocasión, asistir a las mejores fiestas o a desfiles y espectáculos.
La Navidad es una celebración más simple, y los miembros de la Iglesia saben que se unen a esta festividad para recordar el nacimiento del Salvador Jesucristo (Temas del Evangelio: Navidad).
“No hay mejor momento que ahora, esta época navideña, para que todos renovemos nuestro compromiso a los principios que Jesucristo enseñó.
Gracias a que Él vino a la tierra, tenemos un ejemplo perfecto a seguir. Al esforzarnos por ser más como Él, tendremos alegría y felicidad en la vida y paz cada día del año. Es Su ejemplo que, al seguirlo, hace que dentro de nosotros sintamos más bondad y amor, más respeto y preocupación por los demás. Debido a que Él vino… tenemos la oportunidad de ganar la vida eterna”. -Thomas S. Monson
Fuente: churchofjesuschrist.org