Un artículo de la edición de abril de 2021 de la revista Liahona ofrece consejos sobre cómo ser más empáticos al hablar de los Santos de los Últimos Días menos activos.
El artículo fue escrito desde la perspectiva de una hermana, cuyo padre era menos activo.
La autora comparte los momentos en los que se sintió triste debido a la forma en que los Santos de los Últimos Días hablaban sin cuidado de los miembros menos activos.
Ofreció algunas sugerencias sobre cómo los miembros pueden brindar más apoyo. Aquí un vistazo a esos 5 consejos:
Cómo referirnos a los miembros menos activos
También te puede interesar: 5 cosas que tus amigos menos activos necesitan escuchar
Recordemos que hay personas buenas en todos lados, así sean miembros activos o menos activos de la Iglesia o no sean miembros en absoluto.
Evitemos usar palabras como “nosotros” o “ellos” y hablar negativamente de los miembros menos activos, ya que no conocemos todas las circunstancias que hicieron que dejaran de creer o de participar.
Evitemos comentarios generalizados
Los comentarios generalizados asumen que todos ven el mundo exactamente como nosotros. Debemos recordar que cada uno de nosotros tiene un viaje único en la vida terrenal.
Busquemos formas de reformular los comentarios que hacemos de tal modo que no excluyan a los miembros que tienen seres queridos menos activos.
Por ejemplo, en lugar de pedir a una clase de las Mujeres Jóvenes que explique cómo el tener un padre que posee el sacerdocio ha influido en sus vidas, sería más inclusivo preguntar cómo ha influido el sacerdocio en sus vidas.
Cómo responder a alguien que tiene familiares menos activos
Tener seres queridos menos activos no es tan poco común como solía ser, y las personas han progresado mucho en sus respuestas a todo tipo de familias y circunstancias.
Cuando conversemos con alguien que tiene familiares menos activos, ofrezcamos una comprensión sincera e intentemos no minimizar su experiencia.
Sentir empatía por el futuro eterno de las familias
Cuando hablamos de la vida después de la muerte, es inevitable que las familias con miembros menos activos sientan incertidumbre. Les preocupa cómo será su vida en la eternidad, si seguirán todos juntos o no.
Sin embargo, simplemente no sabemos qué sucederá.
Mostremos empatía por los demás. Las familias con miembros menos activos no son las únicas personas que lidian con esto. No obstante, puede ser emocionalmente agotador, especialmente en entornos de la Iglesia.
Cuando yo comparto mis preocupaciones, no busco respuestas, solo busco empatía, que alguien esté de acuerdo en que esto a veces es difícil.
Evitar comentarios excluyentes
Con el tiempo me di cuenta de que podía suavizar una discusión negativa al decir: “Oh, no estoy de acuerdo. Mi papá es menos activo y…”
Casi de inmediato, los comentarios de la gente se volvían más amables y muchos incluso se disculpaban por lo que habían afirmado.
Una regla general en las conversaciones de la Iglesia es asumir que, independientemente de lo que se esté discutiendo, alguien en tu grupo lo ha experimentado, lo está experimentando o lo experimentará, o tiene un ser querido que está pasando por ello.
Una vez que la gente se enteró de la situación de mi familia, fue mucho más amable.
Sabían que, para mí, esto no era solo una conversación sobre miembros menos activos o ajenos, se trataba de mi padre.
Ver a través de los ojos de los demás
Todo se reduce a lo que ya sabemos y lo que nos enseñan: ser empáticos y amables. El élder W. Craig Zwick, Setenta Autoridad General Emérito, dijo:
“La disposición de ver a través de los ojos de los demás transformará la ‘palabra corrompida’ en ‘gracia dada’.
Quizás no cambie ni se resuelva el problema, pero la posibilidad más importante tal vez sea si la gracia dada puede cambiarnos a nosotros”.
La vida terrenal significa que todos experimentaremos circunstancias únicas.
Además, independientemente de cuáles sean las circunstancias, siempre podemos ser comprensivos y amables con los demás.
Mi familia es parte de mi viaje terrenal único y amo a todos como son. Sin embargo, tengo la esperanza de que nuestro Padre Celestial ayude a que todo salga bien para nuestra familia eterna al final.
Fuente: LDS Living y churchofjesuschrist.org