Recientemente se compartió la noticia de que a la terapeuta sexual Natasha Helfer se le ha retirado la membresía de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, luego de una audiencia disciplinaria.
La terapeuta recibió una carta por parte de su ex presidente de estaca (líder regional) en Kansas, donde vivía antes de mudarse a Utah en 2019, explicando los motivos de su separación de la Iglesia.
“Después de considerar este asunto con detenimiento y oración”, dice la carta, “fue decisión del consejo retirar la membresía en respuesta a una conducta contraria a la ley y el orden de la Iglesia”.
La decisión de los líderes locales se basó en las publicaciones de Helfer en oposición a la doctrina sobre la naturaleza de la familia y los problemas morales. La terapeuta apoya el sexo antes del matrimonio, aconseja que la masturbación no es un pecado y dice que la pornografía no debe tratarse como una adicción. Todas estas posturas son contrarias a las enseñanzas de la Iglesia
El portavoz de la Iglesia de Jesucristo, Eric Hawkins, dijo que, según la carta, la decisión de los líderes regionales no estaba relacionada con su práctica privada como terapeuta sexual.
Cabe resaltar, que el “retiro de la membresía de La Iglesia”, lo que antes se conocía como “excomunión”, no es un castigo, sino es una forma de ayuda espiritual para aquellas personas que se separan de las enseñanzas de la Iglesia de Jesucristo. Natasha Helfer puede seguir asistiendo a las reuniones dominicales y siempre será bienvenida pero ya no tiene una membresía en la Iglesia y los líderes seguirán estando ahí para ayudarla.
Los consejos disciplinarios no se realizan con el propósito de castigar y en el caso de Helfer se realizó el consejo para ayudarla a que pueda enmendar sus declaraciones contrarias a las enseñanzas de la Iglesia.
