La conferencia de BYU para Mujeres, realizada el jueves 29 de abril de 2021 nos dejó con mensajes significativos sobre la promesa de pertenecer, como mujeres, a la Iglesia de Jesucristo.
La presidencia general de la Sociedad de Socorro, compuesta por la presidente Jean B. Bingham, Sharon Eubank y Reyna I. Aburto, se dirigieron a las hermanas en una conferencia a nivel mundial con el fin de recordarle a las mujeres de su papel importante en la Iglesia, al igual que el apoyo y sustento mutuo que se brindan como comunidad.
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La hermana Eubank, primera consejera, resaltó la importancia de nuestra pertenencia como hijas de Dios.
Dijo que a pesar de las experiencias que hemos atravesado debido a la pandemia “nuestros corazones están enternecidos el uno hacia el otro” y que eso nos hace “comprender que cada corazón tiene un dolor personal” por lo que podemos ayudar a otros a sentir que “son importantes y valiosos”.
“Toda mujer en la Iglesia, ya sea que recientemente haya terminado la secundaria o una carrera profesional, o sea una madre de niños pequeños, una mujer que haya pasado por un divorcio, una viuda o cualquier combinación de estas situaciones, definitivamente pertenece a la Sociedad de Socorro”.
Asimismo, la hermana Sharon Eubank compartió:
“Nuestra labor como discípulas de Cristo es facilitar que las personas vengan a Él. Todas tratamos de guardar los mandamientos y seguir el ejemplo de Jesucristo, y aun así todas necesitamos mejorar de diferentes maneras, sin embargo podemos seguir tratando de ser mejores con el poder expiatorio del Salvador”.
La hermana Aburto compartió ejemplos sobre cómo responder ante situaciones difíciles que requieren del amor, entendimiento y apoyo de las hermanas de la Sociedad de Socorro.
La pregunta clave que utilizó fue: “¿Cuál es la mejor manera de actuar?”, a lo que ella también respondió: “Mirar, escuchar y actuar con amor”.
Ella compartió que al buscar revelación personal, el espíritu nos guiará a saber las maneras en que podemos ayudar a otros y hacerles saber que pertenecen, no solo a la Sociedad de Socorro, si no a la Iglesia del Salvador, sin ningún tipo de juicio o crítica.
La presidenta Bingham compartió que la “promesa de la sociedad de Socorro es que podemos convertirnos en una sociedad de Sión al recordar quiénes somos y los convenios que hemos hecho”.
La presidenta compartió como desde la vida preterranal, quisimos que todos nuestros hermanos y hermanas tuvieran la oportunidad de venir a la tierra y un día poder llegar a la presencia del Padre, algo que lograremos por medio del trabajo unificado.
“Cuando nos vemos los unos a los otros desde un punto de vista eterno, como hermanos o hermanas eternas, empezamos a alegrarnos por los éxitos de los demás, lloramos con nuestras hermanas, perdonamos nuestros ofensas y nos fortalecemos en nuestras debilidades.
Puede que no seamos perfectos, pero todo lo que el Señor nos pide es que empecemos teniendo un corazón que esté dispuesto a llevar las cargas los unos de los otros, a llorar con los que lloran y a consolar a los que necesitan consuelo… al hacerlo, mantenemos nuestros convenios con Él”
La presidencia general de la Sociedad de Socorro extendió la invitación de buscar a las hermanas que no se encuentran incluidas, que se sienten temerosas de participar, que sienten vergüenza al hablar, que se sienten renuentes a compartir.
También les invitó a pensar de qué manera podemos ayudarlas e integrarlas con el resto.
La presidenta Bingham animó a las hermanas a fortalecer los lazos de hermandad con todas las mujeres de su barrio o rama.
“La Sociedad de Socorro debe apoyar a todas las mujeres, para ayudarlas a sentir que siempre forman parte de nuestra hermandad eterna y divina”.
Fuente: Church News