“Dios es mi amigo”: Lo que enseñó José Smith para enfrentar la adversidad

jose smith y el cielo

Las pruebas que atravesó José Smith durante su vida

José Smith fue hijo de unos agricultores arrendatarios pobres que vivían en Vermont.

A los 38 años, una turba le disparó en una cárcel de un pequeño pueblo de Illinois. Enfrentó tanta adversidad que su historia puede parecer un mito.

Alrededor de los 7 años, José Smith sufrió una dolorosa cirugía en la pierna que le obligó a usar muletas durante varios años.

A los 14 años, fue rechazado y ridiculizado cuando relató su Primera Visión a un ministro.

Primera Visión

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Cuando José tenía 17 años, perdió a su hermano mayor, Alvin, uno de sus cuatro hermanos que fallecieron antes que él.

A los 20 años, José Smith fue procesado penalmente por usar una piedra vidente. Esa fue la primera de muchas veces que se usó la ley para acosarlo.

Cuando tenía 22 años, murió el primer hijo que tuvo con Emma, el primero de seis niños que enterraron.

A los 25 años, emprendió la primera de tres migraciones que lo obligaron a comenzar de nuevo con pocos recursos.

A los 26 años, fue agredido y golpeado.

A los 32, fue condenado a muerte. Aunque sobrevivió a ese peligro, permaneció en la cárcel mientras su familia y miles de seguidores fueron echados ​​de sus hogares y exiliados.

A los 36 años, se declaró en bancarrota porque había contraído muchas deudas personales para edificar la Iglesia.

Durante sus últimos dos años, rechazó múltiples ataques legales y personales, algunos de antiguos amigos, y comenzó a buscar lugares fuera de los Estados Unidos para que su gente se estableciera.

La reacción de José Smith ante la adversidad

A pesar de todo esto y más, José Smith nunca se volvió contra Dios. Nunca negó su testimonio de que Dios y Cristo le habían hablado. Nunca dejó de predicar el evangelio, construir templos y guiar a los Santos.

Se podría escribir un libro completo sobre la adversidad que enfrentó José y su reacción a ella.

De hecho, responder a la adversidad con fe y fortaleza puede ser el tema principal de la vida de José Smith.

Al igual que con Pablo, su héroe del Nuevo Testamento, la tribulación se convirtió en una segunda naturaleza. Se regocijó porque sabía que las pruebas son necesarias para prepararnos para las glorias venideras.

Este ensayo explora solo un aspecto de la experiencia de José con la adversidad: su disposición a obedecer a Dios sin importar las circunstancias.

José Smith decidió obedecer a Dios

De alguna manera, al principio de su carrera profética, José decidió que haría todo lo que Dios le pidiera.

Quizás, en parte, esto se debió a la reprimenda que recibió del Señor después de que le permitió a Martin Harris tomar prestadas las primeras páginas de la traducción del Libro de Mormón.

El Señor le dijo a José que su error en ese episodio fue temer al hombre más que a Él. Si José hubiera ejercido fe, Dios habría “extendido su brazo” y habría estado con él “en todo momento de angustia”.

Parece que José Smith decidió no volver a decepcionar al Señor. Podríamos pensar que a José le resultó más fácil obedecer debido a las visiones que tuvo.

Sin embargo, muchos otros que compartieron algunas de esas maravillosas experiencias, no permanecieron fieles. Entonces, se podría decir que la firmeza de José Smith, se encontraba en su carácter.

Aunque decidió obedecer, las pruebas no cesaron

martirio José Smtih

La obediencia de José no fue a medias. Respondió a los mandatos del Señor con celeridad, como lo expresó el historiador Richard Bushman.

Bushman habló específicamente de cómo, en el otoño de 1832, José y Newel K. Whitney partieron de Ohio a la ciudad de Nueva York.

Esto sucedió poco después de que se le ordenara a Whitney ir a ese lugar a pesar de que aún se estaba recuperando de una lesión en la pierna y Emma Smith estaba cerca de dar a luz.

Las consideraciones familiares y personales apenas parecían entrar en el cálculo de José después de que Dios le pedía algo.

Casi para todos los desafíos que enfrentó José, Emma también atravesó por una prueba. Eran pruebas diferentes, pero no menos dolorosas.

Otros dos ejemplos del mismo período demuestran lo raudo que fue José al actuar según las instrucciones del Señor.

Trasladarse de Nueva York a Ohio

José Smith análisis

A fines de 1830, José y un grupo de Santos vivían en Nueva York, donde la mayoría de ellos tenía hogares, familias y oportunidades laborales.

El 30 de diciembre, recibió la revelación de “irse a Ohio”. Es decir, que se mudara con los Santos a unas 300 millas al este de Ohio, donde vivía otro pequeño grupo de fieles.

José respondió rápidamente. El 4 de febrero de 1831, llegó a Kirtland, Ohio, en pleno invierno. Emma tuvo a sus mellizos tres meses después.

Muerte de sus mellizos

muerte

En abril de 1831, Emma dio a luz a sus mellizos, pero murieron al nacer. Entonces, Emma y José adoptaron unos mellizos recién nacidos de un miembro de la Iglesia cuya esposa había muerto. Sus nombres fueron José y Julia.

El 1 de marzo de 1832, cuando estos gemelos se acercaban a su primer cumpleaños, José recibió el mandamiento de viajar a Misuri, a 900 millas de distancia.

José había estado allí el verano anterior para designar a Independence como un lugar de reunión para la Iglesia.

Ahora, el Señor quería que volviera a aconsejar a los Santos.

Brea y plumas

josé smith

José Smith untado de brea y plumas

El 20 de marzo, José recibió por revelación respuestas a dos preguntas que le había hecho al Señor sobre el viaje a Misuri.

En respuesta a la primera pregunta, se le dijo que comprara papel y lo llevara a Misuri para imprimir el Libro de los Mandamientos.

En respuesta a la otra, se le indicó que dejara de lado la traducción del Nuevo Testamento por el momento y se dirigiera a Misuri sin “demoras”.

Cuatro días después, una turba cubrió a José y Sidney Rigdon con brea y plumas frente a sus casas en Hiram, Ohio.

Este ataque fue con la intención de humillar y advertir.

Sin embargo, al día siguiente, José dio un sermón a algunos de sus agresores entre la multitud.

Muerte de uno de sus segundos mellizos

muerte

El 29 de marzo, cinco días después del ataque con brea y plumas, el pequeño José murió antes de cumplir un año.

Había estado enfermo cuando la turba sacó a rastras a su padre y la exposición al aire frío de la noche podría haber contribuido a su muerte.

¿El profeta se tomó algún tiempo para lamentar la pérdida y recuperarse de su golpiza? No.

El 1 de abril, presumiblemente después del entierro de su hijo, José salió de Ohio para emprender un largo viaje a Misuri.

Su respuesta al mandamiento del Señor parece sobrehumana. No obstante, José fue solo una persona común que tomó la decisión de obedecer a Dios.

La fuente de fortaleza de José

engaño de José Smith

Art: Joseph Smith in Liberty Jail, by Greg K. Olsen

En el viaje de regreso desde Misuri, el compañero de viaje de José, Newel Whitney, se rompió la pierna. Aunque José estaba ansioso por regresar con Emma y su único hijo sobreviviente, retrasó su regreso a casa durante varias semanas para ayudar a su amigo a recuperarse.

En una carta, José le reveló a Emma la fuente de su fortaleza.

“Me esforzaré por estar contento de que el Señor me ayude”, escribió, después de mencionar lo desgarradora que era su situación. “Trataré de estar contento con mi conocimiento de que Dios es mi amigo y que, en Él, encontraré consuelo. He entregado mi vida en Sus manos”.

Para José, Dios era un amigo que lo ayudaría y lo consolaría en cualquier situación.

José había entregado toda su vida a Dios. No solo había hecho a un lado sus propios deseos, temores y bienestar, sino que los dejó por completo en todo aquello que Dios le pedía.

Conclusión

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El hecho de que José Smith fuera fiel a Dios hasta el punto de dar la última medida de su devoción, me anima a seguir adelante y permanecer fiel incluso en tiempos de extrema dificultad.

En los últimos años me he enfrentado a un diagnóstico de cáncer en etapa IV, probablemente la mayor prueba de mi vida.

Puede ser difícil sacar de mi mente la ansiedad y la desesperación para continuar realizando mis labores en la familia, la Iglesia y mi trabajo con optimismo y determinación.

Afortunadamente, mi trabajo como editor de los Documentos de José Smith significa que el ejemplo de José ha estado continuamente ante mis ojos.

Escritura sagrada: EL Libro de Mormón jose smith

Pensar en su fe, coraje físico y determinación, me fortalece contra lo que debo soportar.

Sobre todo, José me indica el camino hacia Dios, la única fuente verdadera de consuelo y ¡he sentido ese consuelo!

Cuando hacemos lo que Dios nos pide, lo buscamos, clamamos por ayuda, Él proporciona la paz, la fuerza y ​​la guía que necesitamos para superar cualquier adversidad.

Añado mi voz a la de José Smith: Dios es nuestro amigo y está con nosotros en tiempos de adversidad.

Esta es una traducción del artículo que fue publicado originalmente en LDS Living con el título “God is my friend: What we can learn from how Joseph Smith dealt with adversity”.

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