Fue un momento que no pareció ser nada fuera de lo común, solo unos cuantos adolescentes pasando un buen rato en una tarde de verano, disfrutando una comida en un McDonalds.
Pero para Christian Butler, aquella tarde resultaría ser una experiencia que nunca olvidaría.
En una publicación de Instagram compartida durante el fin de semana, el padre de Christian, David Butler, compartió porqué el momento fue tan memorable.
Según Butler, su hijo se encontraba con sus amigos en un restaurante conocido dentro de un centro comercial de Salt Lake City cuando un “señor mayor” que estaba detrás de él en la fila ordenó su comida.
Los dos empezaron a conversar sobre lo que iban a comer.
El padre de Christian compartió que cuando llegaron sus pedidos, su hijo le dijo:
“Si deseas comer con nosotros, nos encontramos sentados [en esa mesa]”.
David relató que cuando le preguntó a su hijo sobre sus acciones, él le respondió:
“Pensé que era un hombre bueno que estaba solo, pensé que querría algo de compañía”.
Aquel hombre se unió a Christian y compartieron sus papas fritas hasta que el hombre le explicó que su familia se encontraba sentada en una mesa cercana. Él le agradeció por la conversación y se retiró.
“Cuando se fue, uno de los amigos de Christian dijo: ‘Creo que lo conozco. Creo que ese hombre discursa en las conferencias’”.
Después de buscar en Google su nombre, descubrieron que el hombre con el que habían estado conversando era el presidente Dallin H. Oaks. Christian no se había dado cuenta de eso.
“Algunos pueden pensar que él debería prestar más atención en la Iglesia, pero pienso que él entendió el mensaje a la perfección.
Me hubiera gustado tener una foto, una de un mundo en el que anhelo vivir, donde dos extraños intentan hacer algo bueno por la otra persona, completamente inconscientes de quienes son, pero absolutamente victoriosos”, escribió David Butler
Butler compartió que aquello le trajo “una sonrisa a [su] alma” al reflexionar sobre la historia.
Las palabras de Pablo en Hebreos 13: 1-2 vinieron a la mente de David:
“Permanezca el amor fraternal. No os olvidéis de la hospitalidad, porque por esta algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles”
Ser bondadosos y serviciales con los demás no cuesta nada, pero puede cambiar todo a nuestro alrededor.
Les invito a buscar oportunidades para ser bondadosos, aquellos momentos pueden brindar felicidad y ánimos a quienes lo necesitan, incluso a nosotros mismos.
Fuente: Ldsliving.com