La depresión es difícil, para cualquiera, pero para algunas personas, algunos días, es casi imposible de sobrellevar.
Si eso es lo que te pasa, entonces este artículo es para ti, es especialmente para aquellos que han estado enfrentando esto por un buen tiempo.
Muchos de ustedes lo han “intentado todo” y sin embargo han visto cómo su dolor ha empeorado con el tiempo. Y es posible que les hayan dicho que “así es la depresión” cuando preguntaron porqué se sienten así.
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¿Cómo puede ser esto posible? ¿Cómo es que podemos superar estos sentimientos o al menos sobrellevarlos? ¿Puede la depresión mejorar con el tiempo y sanarnos a medida que nos esforzamos?
A pesar de que soy optimista ante la posibilidad de que las personas encuentren sanación más profunda y duradera, he aprendido de la dura experiencia que para aquellos que sufren tanto, la idea de tratar de cambiar algo, o incluso simplemente leer algo, puede sentirse como una carga.
Espero que lo que comparta hoy pueda ayudarte en tu camino a la sanación espiritual y mental.
1. Haz todo lo que tu mamá te diría que hagas cuando te enfermas
Siempre que hablo con alguien que pasa por un momento de oscuridad y depresión, lo primero que le digo es algo parecido a esto:
“Te pido que hagas algo que puede sonar extraño. Durante los próximos días, me gustaría que cuides más de ti mismo, que hagas todas las cosas que tu mamá habría hecho por ti cuando te enfermas”.
Si tuvieras gripe, ¿qué es lo que harías? Quizá descansarías más, comerías algo diferente, trabajarías menos y llenarías tu tiempo con actividades relajantes, ¿verdad?
Puedes hacerlo mismo cuando sientas que atraviesas un ciclo intenso de depresión. Todo lo que puedes hacer AHORA MISMO para ayudarte a sentir comodidad y tranquilidad es una prioridad.
Este no es un “remedio casero” que se me ocurrió. Una reciente investigación sobre la depresión por Edward Bullmore sugiere que la inflamación de nuestro cuerpo juega un papel importante en la depresión (sí, la misma que se manifiesta en las enfermedades físicas).
Por lo tanto, cualquier cosa que puedas hacer para reducir la inflamación de tu mente y cuerpo ayudará indirectamente a tu estado de ánimo.
2. El mañana no tiene porqué ser como hoy
Respira profundamente porque estoy a punto de decir algo que puede sonar trillado, pero es exactamente lo que tenemos que recordar.
“Esto no durará para siempre”.
Te lo prometo. Es algo que puedo respaldar porque lo he vivido y hay investigaciones que lo respaldan.
Es posible que hayas escuchado lo contrario, pero nada podría estar más lejos de la verdad.
En una ocasión conversé con una mujer joven que me dijo que sus pensamientos suicidas comenzaron el mismo día que su médico le dijo que su depresión duraría toda la vida.
¡No creas eso!
Incluso si no has visto un cambio significativo en tus niveles de depresión durante años, puedes estar abierto a las nuevas posibilidades por venir.
No podemos predecir nuestra recuperación ni la de otra persona, pero podemos dejar abierta la posibilidad de que mañana podrían abrirse las ventanas de los cielos en nuestras vidas.
3. Tu cerebro cambia constantemente
Una razón por la que las personas dicen cosas desalentadoras como: “Esto siempre será un desafío que tendré que enfrentar” es porque todavía creen algo de la vieja escuela, es decir, que los problemas de salud mental provienen de deficiencias permanentes en el cerebro.
¡Eso tampoco es cierto!
Créeme, ¡NINGÚN neurocientífico cree esto! Sin embargo la gente sigue difundiendo ese mito.
Lo que ellos no saben es el impacto que esa creencia puede causar en personas que tienen depresión.
Imagínate lo que sucedería si TODAS las personas con depresión entendieran la manera en que nuestro cerebro se moldea por las experiencias que atravesamos a diario.
Es posible que veas cuánto cambia el futuro dependiendo de cada momento que vivimos y así sucesivamente.
4. Hay muchísimas cosas que podemos hacer para llegar al origen de nuestra depresión
Todo esto, una vez más, es una buena noticia. ¿Por qué? Porque si hay MUCHO que nos predispone para la depresión, eso significa que hay MUCHO que podemos hacer al respecto.
Una hermana me dijo lo emocionada que estaba al saber que habían ciertas áreas de su vida que contribuían a su depresión.
¿Por qué tanta emoción? Porque ella había pasado diez años creyendo que no había mucho que pudiera hacer, se había convencido de que solo necesitaba esperar a que un profesional descubriera cómo hacer que su pesar desapareciera.
5. Los pequeños pasos importan
La sanación puede ser estresante. Es por eso que las personas a menudo se dan por vencidas; a veces, es mucho más fácil dejar de esperar que algo cambie de raíz.
Te invito a que vuelvas a intentarlo, PERO de una manera diferente, se gentil contigo mismo, paciente y observador. Por ejemplo, no intentes “cambiar todo” lo que crees que te causa depresión de una sola vez. Solo empieza con pasos pequeños.
¿Qué significa eso para ti? Espero que lo puedas descubrir. Si necesitas una pista sobre donde empezar, puedes hacer una lista y trazar pequeñas metas, te dará un propósito y a la vez te hará sentir que estás avanzando.
Haz tu mejor esfuerzo, trata de permanecer atento a los cambios que atraviesas y por sobre todo, haz lo que sea mejor para tu persona.
6. Aprende a rechazar los pensamientos negativos
Los pensamientos negativos, intrusivos, oscuros y aterradores, para muchos, son parte de la experiencia de la depresión. Es algo que la mayoría de las personas dan por sentado como parte de su “realidad”.
Sin embargo, es posible aprender a rechazar estos pensamientos y verlos como un contenido mental predecible que propaga el sentimiento de depresión.
En lugar de tomarte esos sentimientos de forma tan personal, puedes aprender a relacionar estos pensamientos con aquello que lo provoca. Es como una preparación antes de la tormenta.
Si tu día es difícil y sientes que será un día cargado de emociones, entonces puedes hacer lo necesario para prepararte para la tormenta que vendrá. Podemos contrarrestarla haciendo cosas que sabemos nos harán sentir bien.
Las emociones que sentimos en un momento de oscuridad no tienen porque quedarse dentro de un baúl, podemos analizarlas, meditar sobre ellas. Entenderlas nos ayudará a comprender cómo vencer la tormenta.
Esa comprensión nos ayudará a aprender cómo y porqué surgen y qué hacer para prepararnos.
No importa el tiempo que te tome, tus seres queridos seguirán apoyándote, orando por ti y animándote.
El día llegará en que Dios “destruirá a la muerte para siempre, y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra, porque Jehová lo ha dicho”.
Ese día llegará, tarde o temprano llegará.
Fuente: Meridian Magazine