Esta semana, dos jugadores Santos de los Últimos Días de fútbol americano compartieron cómo la fe se convirtió en una parte importante de su viaje lejos del campo.
Matt Bushman
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La semana previa al primer partido de la temporada 2020 de BYU, Matt Bushman se rompió el tendón de Aquiles.
Pasó el último año recuperándose de una cirugía. Además, se sometió a fisioterapia y se ejercitó con la ayuda de entrenadores.
Sin embargo, afortunadamente, ahora, Bushman volvió al campo y se siente más agradecido y emocionado que nunca.
Durante su recuperación y preparación para jugar en la NFL, Bushman tuvo la oportunidad de mirar atrás, reflexionar sobre su carrera y mirar hacia el futuro.
Según informó Deseret News, Bushman dijo:
“Solo debes concentrarte en el presente, controla lo que puedes controlar.
Me sentía motivado por volver al campo, estar sano y demostrar que puedo jugar fútbol nuevamente.
Asimismo, hay mucho margen de mejora en mi juego. Sin embargo, no me preocupo en absoluto por mi tendón de Aquiles.
Me siento agradecido por eso y por el trabajo que hice para recuperarme.
Por eso, no me he perdido ninguna práctica con los Raiders, ha sido una gran bendición”.
Asimismo, Bushman siente un mayor aprecio por las pruebas y el papel de Cristo en su vida.
“Esta vida es una época de pruebas y no se puede esperar que sucedan todas las cosas buenas. No puedes estar deprimido todo el tiempo. Debes tener fe.
Al aprender sobre Cristo, Su ejemplo y lo que pasó por todos nosotros, pude adquirir mayor fortaleza y confiar en Él mientras pasaba por días difíciles en los que no podía imaginarme jugando fútbol en un futuro cercano.
Con fe, cambiarían esos días y sucederían cosas positivas. Aquí estoy. Mi fe me sostuvo durante los tiempos difíciles”, le dijo a Deseret News.
Ethan Erickson
En el caso de Ethan Erickson, del equipo de fútbol americano Air Force Academy, se esperaba que se alejara del campo por un tiempo.
Inmediatamente después de la secundaria, Erickson decidió servir en una misión de tiempo completo en lugar de pasar uno o dos años jugando en Air Force Academy.
Sirvió en la Misión Kobe, Japón.
“Servir en una misión fue algo que realmente quería hacer y no quería que surgiera nada que me hiciera cambiar de opinión. Asimismo, quería pasar cuatro años consecutivos en el equipo sin distracciones”, dijo Erickson a Church News.
Volver de su misión y retomar el fútbol fue un gran cambio para Erickson.
Señaló que le tomó más de un año volver a estar en forma y recuperar las habilidades que poseía antes de la misión.
“Pasar de un entorno completamente espiritual a los entrenamientos parecía ir a los extremos opuestos del espectro. No fue fácil, pero me ayudó a desarrollarme. Las lecciones que aprendí en mi misión me ayudaron a superar estos obstáculos y a tener la fortaleza para superarlos”, dijo.
Erickson comparó su tiempo en Japón con sus experiencias en el campo de fútbol:
“Es posible que los resultados no lleguen tan rápido como quisieras… Sin embargo, con el tiempo, puedes ver hacia atrás y darte cuenta del verdadero impacto y la magnitud de las cosas que hiciste”.
Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Haley Lundberg y fue publicado en LDS Living con el título “Latter-day Saint football players share how time off the field has brought them closer to Christ”.