Perder a un ser que amas es uno de los dolores más grandes de la vida.
Nos sentimos desconsolados por su partida, porque esa persona ya no estará con nosotros, porque creemos que “la perdimos” para siempre.
“Sabemos que habrá ocasiones en que sentiremos un pesar desgarrador, que sufriremos y que seremos probados al máximo.
No obstante, esas dificultades nos permiten cambiar para mejorar, reconstruir nuestra vida a la manera en que nuestro Padre Celestial nos enseña y llegar a ser diferentes de lo que éramos; mejor de lo que éramos, más comprensivos, más compasivos, con testimonios más fuertes de los que antes teníamos.” – Thomas S. Monson
A pesar del dolor, en el plan de Dios, cada uno de esos momentos tiene un sabio propósito.
Con la partida de nuestros queridos, comenzamos a ser más cuidadosos con nuestros lazos interpersonales. Nos damos cuenta de que demostrar amor cada día es muy importante.
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Hoy deseamos darte un mensaje de esperanza, no todo concluye con la muerte.
“Mas hay una resurrección. Por tanto, no hay victoria para el sepulcro y el aguijón de la muerte es consumido en Cristo”. Mosíah 16:8
Gracias a la expiación de Cristo, la muerte no es el final. La muerte es el comienzo de la vida eterna.
“Si Adán no hubiera caído, por lo cual viene la muerte, no habría habido expiación de Cristo, por la cual viene la vida”. – Bruce R. McConkie
Gracias a Él, tenemos la esperanza de volver a ver a nuestros seres queridos a través de los convenios que realicemos en el templo.
Para cumplirlo, debemos esforzarnos para vivir de tal manera que nos permita estar con nuestros seres queridos para siempre.
Entonces, si tus muertos ya no están aquí en la Tierra, ¿dónde están?
Sí se han ido, o ahora están en otro lugar, ¿ese lugar es mejor que este?
Sí, definitivamente ese lugar es mejor que este.
En ese lugar, tus seres queridos ya no sienten dolor. Se encuentran en una etapa de preparación para cuando llegue el día de su perfecta resurrección.
“Pues bien, esta restauración vendrá sobre todos, tanto viejos como jóvenes, esclavos así como libres, varones así como mujeres, malvados así como justos; y no se perderá ni un solo pelo de su cabeza, sino que todo será restablecido a su perfecta forma… Te digo que este cuerpo mortal se levanta como cuerpo inmortal, es decir, de la muerte, sí, de la primera muerte a vida, de modo que no pueden morir ya más”. – Alma 11: 44-45
Entonces, ¿por qué sentirte triste por su partida?
Cuando asimiles que tus seres queridos se encuentran en un lugar mejor que este, donde no hay enfermedad ni sufrimiento, dejarás de sentir pesar y los recuperarás en el recuerdo para que te sigan acompañando con la alegría de todo lo vivido.
No te mueras con tus muertos. Si realmente los amabas VUELVE a amarlos y, esta vez, con mayor fuerza, con mayor pureza, con mayor entrega.
Pues, ya no habrá reproches de ningún tipo.
Sólo el amor será la esencia entre ustedes.
Respetamos tu dolor y tu manera de expresarlo. Sabemos que lloras y llorarás sin consuelo.
Sin embargo, hoy te decimos: No te mueras con tus muertos.
Recuerda que sólo estamos viendo una cara de la moneda, la muerte.
Aún nos falta vivir el otro lado, el lugar maravilloso de luz en donde ellos se encuentran.
¿Qué tal si empezamos a ver la “muerte” como un segundo nacimiento, el comienzo de una vida eterna y feliz?
Un segundo nacimiento por el que TODOS pasaremos.
No te mueras con tus muertos, hazles honor viviendo tu vida como ellos hubieran querido que lo hicieras.
Y recuerda que estas separaciones son necesarias para gozar de reunirnos después.
“No podríamos apreciar plenamente el gozo de reunirnos después, sin estas tristes separaciones de ahora. La única manera de evitar el dolor de la muerte es evitar amar en la vida”. – Russell M. Nelson, “Las puertas de la muerte”
Fuente: Facebook