Hoy no solo se celebra el día del amor y la amistad, sino también el día en que José Smith organizó el Cuórum de los Doce Apóstoles.
El 14 febrero de 1835, José Smith y los tres testigos del Libro de Mormón – Oliver Cowdery, David Whitmer y Martin Harris — seleccionaron a doce hombres para que sirvieran como apóstoles en la Iglesia y declararan el evangelio del Señor en toda nación, tribu, lengua y pueblo.
Después de que la Primera Presidencia bendijera a los tres testigos y ellos consultaran con José Smith su decisión, seleccionaron como apóstoles a los siguientes hombres: Lyman Johnson, Brigham Young, Heber C. Kimball, Orson Hyde, David W. Patten, Luke Johnson, William E. McLellin, John F. Boynton, Orson Pratt, William Smith, Thomas B. Marsh y Parley P. Pratt.
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En las semanas siguientes los Doce recibieron las bendiciones de la ordenación y un mandato por parte de Oliver Cowdery. Asimismo, José Smith les enseñó acerca de su llamamiento.
En una reunión que se realizó el 27 de febrero de 1835, José Smith dijo que los apóstoles tendrían “las llaves de este ministerio, de abrir la puerta del reino de los cielos a todas las naciones y predicar el Evangelio a toda criatura”.
Además, el profeta dijo que se les conocería como un “sumo consejo viajante” que “presidiría sobre todas las congregaciones de Santos entre los gentiles donde no se hubiera establecido una presidencia”.
Esto significaba que los Doce serían responsables de las congregaciones de la Iglesia que estuvieran alejadas de los centros principales de la Iglesia en Kirtland y Misuri.
Después del martirio de José Smith la vasta mayoría de los santos de Nauvoo sostuvo a Brigham Young como presidente del Cuórum de los Doce para que dirigiera la Iglesia.
Bajo la dirección de Brigham Young los santos terminaron el Templo de Nauvoo antes del éxodo hacia la Gran Cuenca.
La sucesión de Brigham Young sentó el precedente de que cuando moría el presidente de la Iglesia, el Cuórum de los Doce tenía autoridad para liderar bajo la dirección de su presidente.
Brigham Young reorganizó la Primera Presidencia en diciembre de 1847, pero los Doce Apóstoles conservaron una función vital en el gobierno de la Iglesia.
Después de la muerte de Brigham Young y de John Taylor, los Doce Apóstoles gobernaron la Iglesia durante unos años antes de que la Primera Presidencia fuese reorganizada.
Sin embargo, el presidente Wilford Woodruff aconsejó al apóstol de mayor antigüedad, Lorenzo Snow, que reorganizase la Primera Presidencia lo más pronto posible.
Tras la muerte de Woodruff, Snow organizó la Primera Presidencia en menos de una semana. Del mismo modo, el presidente Snow instó a Joseph F. Smith, que era el siguiente en la sucesión para ser presidente de la Iglesia, a que “procediera de inmediato” a reorganizar la Primera Presidencia tras su muerte.
El Cuórum de los Doce ha seguido este modelo desde entonces, con el apóstol de más antigüedad en el puesto (el presidente de los Doce) llegando a ser el presidente de la Iglesia.
Desde 1835, año en que se organizó el Cuórum de los Doce, más de un centenar de hombres han prestado servicio como apóstoles.
En la actualidad los Doce siguen sirviendo como testigos especiales de Jesucristo, supervisan las labores misionales de la Iglesia en todo el mundo y deliberan en consejo con la Primera Presidencia para dirigir los asuntos de la Iglesia.
Fuente: Sala de Prensa