El conocido bombardero de los dulces de Berlín, Gail S. “Hal” Halvorsen, falleció el miércoles 16 de febrero por la noche en el Hospital Utah Valley en Provo después de una breve enfermedad, según la Fundación de Educación de Aviación Gail S. Halvorsen.
Hal Halvorsen tenía 101 años y nos dejó un legado que nunca olvidaremos. Halvorsen fue un conocido héroe de guerra, coronel de la Fuerza Aérea y Santo de los Últimos Días.
Fue apodado el “Candy Bomber” o el “Bombardero de los Dulces” debido a una acción desinteresada que realizó mientras servía en el ejército.
Un día, mientras se encontraba en Berlín Occidental, Gail S. Halvorsen observó a un grupo de 30 niños cerca de la valla del aeropuerto de Templehof.
Después de hablar con ellos brevemente y compartir dos trozos de goma de mascar con ellos, Halvorsen sintió la impresión del Espíritu Santo. Necesitaba hacer algo por esos niños.
Con esa impresión en mente, Halvorsen desde su avión bombardero, comenzó a lanzar pequeñas bolsas con dulces usando pequeños paracaídas como una forma de ayudar a los niños.
Cuando su oficial al mando se enteró, Halvorsen pensó que sería regañado. A cambio, se le animó a seguir con los envíos.
Sus esfuerzos dieron fruto cuando muchas donaciones fueron enviadas para los niños. Fueron sus acciones las que hicieron que muchas personas sintieran aprecio por este Santo de los Últimos Días.
Halvorsen escribió en su sitio web antes de fallecer:
“En la búsqueda del hombre por la realización y la felicidad, las recompensas materiales palidecen en comparación con la importancia de la gratitud, la integridad y el servicio desinteresado.
El servicio a los demás antes que a uno mismo… es la única receta verdadera mediante la cual se puede lograr la realización plena en esta vida. Es uno de los valores fundamentales de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos”.
El equipo de Más Fe comparte sus condolencias y se une a las oraciones por los seres queridos del hermano Gail S. Halvorsen, el bombardero de los dulces.
Fuente: Deseret News