En un nuevo artículo para Deseret News, el obispo presidente Gérald Caussé, compartió sobre el esfuerzo global que realiza La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días a fin de ayudar a los necesitados.
Él expresó que a medida que las necesidades persisten a nivel mundial, también lo hace la respuesta global de la Iglesia.
Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, la Iglesia ha enviado ayuda a 155 países convirtiéndose así en “el mayor esfuerzo humanitario individual en la historia de la Iglesia”, según el obispo Caussé.
En total, la Iglesia ha distribuido más de 68 millones de kilos en alimentos y productos básicos a las personas necesitadas durante la pandemia.
Él compartió que en el centro de la verdadera religión está el mandamiento de cuidar a los demás, vestir al desnudo, alimentar al hambriento y sanar a los enfermos.
Sin embargo, el obispo Caussé expresó que para las personas de fe esa ayuda no termina ahí.
El obispo dijo que los Santos de los Últimos Días siempre están dispuestos a prestar servicio, ayudar en los esfuerzos de alivio, rescate y auxilio.
En 2017, compartió él, cuando el huracán Harvey le quitó la vida a 107 personas, un grupo de Santos de los Últimos Días y vecinos se reunieron en una capilla cercana con sus botes para comenzar a rescatar a los residentes afectados en el área inundada de Houston.
Para el segundo día, unos 57 botes y más de 800 voluntarios se encontraron participando de este esfuerzo.
El obispo compartió que en momentos de emergencia, tanto grandes como pequeños, la comida y el refugio son significativos, pero también lo es el poder sustentador que proviene de la fe en Dios.
Aunque seguimos enfrentando los efectos de una pandemia mundial, el obispo Caussé reconoce que el papel que juega la fe al alcanzar los objetivos que tiene la Iglesia al ayudar a los demás es muy significativo.
Él compartió que estudios han encontrado consistentemente que la confianza en Dios y las prácticas religiosas o espirituales tienden a mejorar los resultados médicos de los pacientes en una variedad de contextos.
Afortunadamente, a pesar de la pandemia, hay signos de un incremento de fe en las personas. Él escribió:
“La fuerza espiritual renovada es necesaria para reconstruir vidas, familias y comunidades mucho después de que los esfuerzos de asistencia temporal hayan disminuido”.
También compartió una cita del presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, enfatizando el papel de la importancia espiritual en el restablecimiento de una nación:
“Nada más grande podría llegar a nuestra tierra hoy en día que el avivamiento del espíritu de la religión, un avivamiento que se extiende a los hogares de la nación y despierta los corazones de hombres y mujeres de todas las religiones con el fin de reafirmar su creencia en Dios y su dedicación a Su voluntad para ellos y su mundo.”
El obispo Caussé expresó que todavía queda mucho más por hacer en términos de alimentos y suministros para satisfacer las necesidades de un mundo que sufre.
En las Escrituras, dijo, también se nos enseña acerca del “pan de vida” espiritual, del cual todos anhelamos probar.
“Para las personas de fe, luchar contra los impactos de una pandemia también significa brindar lo mejor de este pan para ayudar a sanar a un mundo que tiene una necesidad”.
Fuente: Deseret News