Para comprender verdaderamente el impacto del ataque de Vládimir Putin en Ucrania, es importante escuchar a las personas a las que ha lastimado.
Personas como Mikhail Shcherbakov, cuyo sueño fue interrumpido en su departamento en la ciudad de Járkov por los sonidos de los ataques realizados el jueves por la mañana.
“Escuché el ruido y me desperté. Me di cuenta de que era el sonido de la artillería”, compartió Shcherbakov para ABC News.
En el momento en que fue a despertar a su madre, un misil destruyó el techo detrás de él, dejando su computadora y una taza cubiertas de polvo.
Quizá debamos escuchar a Sasha, que se encontraba en la misma ciudad. Ella también compartió para ABC News que se despertó con los sonidos de las explosiones y, después de darse cuenta de que no eran fuegos artificiales, corrió a su balcón para ver lo que pasaba.
“Hoy tuve el peor amanecer de mi vida”, dijo.
Quizá debamos mirar a los ojos de una joven madre que abraza fuertemente a sus dos hijos pequeños en una estación de tren. Ella le dijo a un reportero de CNN que no puede permitir que sus hijos crean que tiene miedo.
La madre levantó una pequeña bolsa con alimentos y expresó que era todo lo que ellos tenían para comer. Anticipaba que iban a quedarse en la estación toda la noche.
“Tratamos de ser valientes, porque tenemos hijos y no queremos mostrarles que tenemos miedo”, compartió.
Líderes como Putin ordenan ataques con bombas y tropas para extender su poder e influencia, pero las víctimas que producen son mucho más que números en un estadística.
Son seres humanos, como tú, que se preocupan por su familia y que, de la noche a la mañana, perdieron el sentido de una vida cotidiana.
No merecen estar acurrucados bajo tierra entre extraños, refugiándose de las bombas, preguntándose si ellos o sus seres queridos amanecerán con vida.
No se equivoquen, la responsabilidad de este sufrimiento en Ucrania recae directamente en los pies de Putin, el gobernante autocrático de Rusia, quien inventó historias sobre la agresión ucraniana contra los rusos étnicos como pretexto para llevar a cabo la violenta posesión de toda Ucrania.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se mostró resuelto y firme en la conferencia de prensa del jueves por la tarde. Explicó correctamente el propósito de las sanciones ampliadas, que es, con el tiempo, debilitar la capacidad de Rusia para financiar más actos militares.
Advirtió correctamente contra los posibles ataques cibernéticos y anunció más avances de tropas para reforzar las defensas en los países de la OTAN, incluidos los estados bálticos de Lituania, Letonia y Estonia.
Fuera de un acto militar, no puede hacer más nada. Con el tiempo, sin embargo, estas sanciones, si todas las naciones civilizadas del mundo las respetan, tendrán efecto.
A medida que se desarrollan los acontecimientos en Ucrania, han surgido dos aspectos preocupantes.
Uno es la retórica amenazadora que utilizó Putin en un discurso televisado donde señala el comienzo de los ataques.
“Para aquellos [países] que puedan verse tentados a intervenir desde el exterior, cualquiera que intente obstaculizarnos, y más aún crear amenazas contra nuestro país, contra nuestro pueblo, deben saber que la respuesta de Rusia será inmediata, y acarreará consecuencias que nunca se han experimentado en su historia”, dijo.
Esta parece ser una amenaza oculta contra los Estados Unidos, la OTAN y cualquier otra nación que pueda emitir sanciones o proporcionar cualquier otro medio de resistencia.
Algunos se han preguntado si es que esa también fue una insinuación al uso de armas nucleares.
La otra es la colaboración de Bielorrusia, país que limita al norte con Ucrania. CNN publicó un video que muestra una columna de tanques ingresando a Ucrania el jueves por la mañana desde esa nación.
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, dijo que el personal militar bielorruso no estuvo involucrado en el ataque, pero que podrían participar del mismo, de ser necesario, según Britain’s Independent.
Bielorrusia parecía haber otorgado al menos permiso al ejército ruso para utilizar su territorio, brindando acceso un estratégico a Kiev, la capital de Ucrania.
Esta ampliación del conflicto muestra el amplio alcance del ataque, así como la voluntad de Putin de utilizar las naciones bajo su influencia para lograr sus objetivos.
El senador de Utah y Santo de los Últimos Días, Mitt Romney, cuya declaración de Rusia como una de las principales preocupaciones de política exterior durante su candidatura a la Casa Blanca en 2012 ha demostrado ser profética, dijo:
“La historia nos enseña que el apetito de conquista de un tirano nunca se sacia”.
Eso, junto con las historias de cada persona en Ucrania, que busca refugio con sus seres queridos y extraños en medio de un ataque contra su soberanía, debería ser un llamado de atención para todas las personas amantes de la libertad, a enfocarnos en las cosas que verdaderamente importan.
Fuente: Deseret News