El 29 de agosto de 1843, David Nye White, editor principal de la Gaceta de Pittsburgh, visitó Nauvoo y pasó una hora en la casa de José Smith hablando con el profeta. Después de su visita, White escribió una carta en su periódico relatando su entrevista con José.
El relato de White es uno de los noventa y ocho registros del último volumen de The Joseph Smith Papers—Documents (Los documentos de José Smith), volumen 13.
Una entrevista con el profeta de la Iglesia de Jesucristo
Los temas abordados en la entrevista variaron ampliamente, desde el Templo de Nauvoo, puntos de vista políticos, las experiencias de José en Misuri y la revelación que él afirmaba recibir. La visita de White y la entrevista publicada representan un momento importante en la vida de José Smith.
Él recibió a White en la recientemente terminada mansión de Nauvoo, que José administraba como hotel para atender y albergar al creciente número de visitantes que llegaban a Nauvoo para conocer al Profeta y ver la ciudad de los santos.
José siguió siendo una figura de interés y controversia nacional. Docenas de periódicos reimprimieron la entrevista de White con José, satisfaciendo la curiosidad de los lectores hambrientos de rumores o noticias sobre los Santos de los Últimos Días y su líder.
Para los Santos de los Últimos Días de la actualidad, la entrevista de White es más relevante porque nos proporciona una perspectiva detallada de la Primera Visión de José Smith.
La comunicación entre José Smith y el Señor
Las afirmaciones de José sobre la revelación no fueron lo más importante en la mente del periodista cuando se sentó a desayunar con el Profeta.
Recientemente se había llevado a cabo una elección llena de controversia en Nauvoo, y White quería escuchar la opinión de José sobre las principales figuras y partidos políticos del momento.
Aunque José respondió las preguntas de White, pronto desvió el tema de la política y lo centró en la revelación, y aclaró que “nunca le hizo una pregunta al Señor sobre la política”.
José le explicó al curioso pero desdeñoso reportero que el Señor “[había] prometido darnos sabiduría, y cuando [le] faltaba sabiduría, le [pedía] al Señor, y Él [se la] daba”. De hecho, José dijo que “cuando se [encontraba] en un ‘dilema’, le [pedía] al Señor revelación”.
José reconoció que a veces sus oraciones no eran respondidas y tenía que seguir “los dictados de su propia conciencia” de la mejor manera. José también afirmó repetidamente que el Señor le había hablado. El Profeta testificó:
“El Señor se revela a sí mismo ante mí. Lo sé. Él se reveló a sí mismo ante mí por primera vez cuando yo tenía unos catorce años, cuando era solo un niño”.
La Primera Visión
Lo que siguió en el relato del periódico es una historia conocida para todos los Santos de los Últimos Días. El joven José, inspirado por Santiago 1:5, se dirigió al bosque detrás de su casa para preguntar a qué iglesia debería unirse. Dos personajes se le aparecieron en una luz y le dijeron que no se uniera a ninguna de las iglesias.
En los años transcurridos desde su visión, José había compartido su historia con amigos cercanos, familiares y ocasionalmente visitantes curiosos.
Primero escribió su historia en papel en 1832 y luego escribió el relato que la mayoría de los Santos de los Últimos Días conocen en la Perla de Gran Precio en 1838.
Si bien algunos detalles varían de un relato a otro, la historia de José permaneció notablemente consistente. Debido a que los relatos fueron registrados por diferentes escribas en diferentes momentos, ciertos elementos de la historia a veces se enfatizan o se omiten.
Del relato que José le dio al editor del periódico de Pittsburgh, aprendemos detalles que no fueron capturados en ningún otro lugar. Si bien José siempre insistió en que su oración fue inspirada en el pasaje de Santiago 1:5, en esta carta José explicó cómo encontró ese versículo.
Le dijo a White que mientras pensaba en qué iglesia unirse, “abrió el Testamento indiscriminadamente con estas palabras”, lo que significa que mientras José trataba de saber qué hacer, abrió la Biblia al azar y encontró ese versículo.
José también compartió con el periodista que el lugar que eligió para su oración era un espacio abierto donde había estado cortando leña como parte de sus tareas diarias. De hecho, José le dijo que se había arrodillado junto al “tocón donde había clavado [su] hacha cuando [terminó su] labor”.
Uno de los detalles finales que José compartió fue que después de la visión, quedó tumbado boca arriba, sintiéndose demasiado débil como para moverse. José explicó: “Pasó cierto tiempo antes de que mi fuerza volviera”.
El profeta José Smith
Más allá de la Primera Visión, José compartió algunas de sus otras experiencias con la revelación. Por ejemplo, poco después de que él y otros líderes de la Iglesia fueran arrestados en 1838 por la milicia de Misuri, el Profeta “escuchó una voz que decía: ‘José, no temáis, tú y todos tus amigos seréis librados sin daño alguno, y aún estaréis de pie sobre el monte de Sion”.
En ese momento, la milicia amenazaba con matar a los prisioneros; esta revelación trajo consuelo a quienes lo acompañaban y sus familias. A pesar de las amenazas de los habitantes de Misuri, José testificó que finalmente la revelación “se cumplió al pie de la letra”.
A pesar de escuchar el testimonio y la historia del profeta, David White se fue de Nauvoo sin estar convencido de las afirmaciones de revelación de José. En la carta que escribió a su periódico, White calificó a Nauvoo como un lugar de “delirios vanos e infelices”.
Aparentemente, su conversación había sido bastante amena por momentos, con José ocasionalmente haciendo bromas sobre sí mismo o sobre figuras políticas importantes, lo que llevó a White a pensar que José se reía demasiado y era demasiado “insensato y trivial” para ser un profeta.
Aunque repitió gran parte de lo que José le había dicho, presumiblemente copiando las notas que tomó durante la entrevista, el relato de White sobre las palabras de José estuvo marcado de sarcasmo y desdén.
Una nueva perspectiva
The Nauvoo Neighbor, editado por el apóstol John Taylor, criticó el relato de White cuando se publicó y señaló que era otro ejemplo más de que los santos eran “alabados en [su] presencia y calumniados a [sus] espaldas”.
The Nauvoo Neighbor también criticó a las decenas de periódicos de todo el país que compartieron y publicaron la carta de White en sus páginas.
A pesar del rechazo de John Taylor, el relato de White de su entrevista de agosto de 1843 con José es una fuente histórica importante para comprender la Primera Visión y al profeta Smith.
La entrevista es uno de los ocho relatos independientes detallados de la Primera Visión de José Smith que se registraron durante su vida.
Si bien la mayoría de estos relatos fueron elaborados por José Smith o bajo su dirección, este es el único relato sobreviviente de alguien que escuchó a José contar la historia y no la creyó.
Aunque tienen matices de hostilidad y sarcasmo, este relato nos ayuda a comprender mejor lo que significó la Primera Visión para José Smith.
Como mínimo, nos brinda detalles únicos que proporciona una comprensión más completa de las circunstancias que rodearon el evento. Pero lo más significativo de todo, el relato demuestra que José Smith usó su visión como una herramienta de enseñanza, similar a como la usan los misioneros en la actualidad.
Cuando se le preguntó acerca de su afirmación sobre la revelación, José contó su historia y testificó que el Señor le había hablado y él lo sabía y nunca lo negaría.
Fuente: LdsLiving