Tengo 13 años y creo que tengo una adicción a la pornografía. La verdad es que no sé como sucedió, un día mis amigos de la escuela me pasaron algunas imágenes, no las vi, pero luego me ganó la curiosidad y de ahí todo se salió de control.
Ahora no sé que hacer porque siento que no puedo detenerme y me da miedo contarle a mis papás o a los líderes de la Iglesia.
Sé que debo dejarlo, pero no sé como pedir ayuda sin que me juzguen. Me siento estresado y ansioso y que en cualquier momento alguien me va a descubrir. ¿Qué puedo hacer?
Respuesta
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Te agradezco por la pregunta y lamento mucho que estés pasando por esto.
Sé que estás muy preocupado, tus síntomas de estrés y ansiedad vienen justamente del hecho de saber que la pornografía no es algo bueno y que necesitas ayuda.
Por lo que has mencionado, comprendes que la manera en que recibirás esa ayuda es hablando con tus padres, quienes a su vez te ayudarán a recibir consejo del obispo de tu barrio. No debes tener miedo.
Ni tus padres ni tu obispo desean juzgarte, por el contrario, desean ayudarte. Su labor en estos casos es ayudar a las personas a dejar atrás la carga de sus pecados, enseñarles el camino del arrepentimiento y proponer metas que te puedan ayudar a sentir la paz y tranquilidad que vienen del perdón del Salvador.
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La pornografía es engañosa, le hace sentir a tu cerebro un alivio temporal de las cosas del mundo. Este alivio o satisfacción no es real. Te deja en un estado emocional peligroso, genera más ansiedad, estrés y depresión.
Tienes 13 años, te encuentras en un peligro espiritual grave por lo que la decisión la debes tomar hoy, ahora mismo.
No dejes que el sentimiento de temor aleje el deseo que tienes de decir lo que te está pasando. Recuerda que el enemigo quiere que sigas atado a él, que sigas teniendo la presión de los sentimientos que no te están dejando vivir en este momento.
Los padres están ahí para ayudar a sus hijos, ellos quieren lo mejor para ti al igual que nuestro Padre Celestial y quienes están a cargo de cuidar a Sus ovejas, como tu obispo. No dejes que la pornografía se convierta en tu salida o escape. Recurre al Señor con todas tus fuerzas.
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De todo corazón te digo que la ayuda y consejos que necesitas están a tu alcance, pero deberás actuar hoy. Si no deseas compartir esto con tus padres, habla ahora mismo con tu obispo.
Una vez más, no dejes que el temor y la vergüenza te quiten la voz o la libertad.
El élder Jeffrey R Holland dijo una vez con respecto al sufrimiento que viene del uso de la pornografía: “Permite que tu dolor te acerque a tu Padre Celestial, Él te ama”.
Tú puedes mi joven amigo, solo necesitas 30 segundos de valor para decir lo que te pasa y tener una vida de felicidad, paz y tranquilidad eterna.
Para los obispos y padres en la Iglesia
Cada Área a la que pertenecen en la Iglesia de Jesucristo cuenta con un departamento de Servicios para la Familia, donde encontrarán profesionales especializados en ayudar con este tipo de situaciones.
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