En muchas de las Escrituras podemos encontrar frases tales como “espíritu contrito” y “corazón quebrantado”.
Tal vez nos sentimos confundidos al poder leer estas palabras, sabiendo que nuestro Padre Celestial, nos ama y desea lo mejor para nosotros.
Un corazón quebrantado
¿Qué es lo que entiendes sobre un corazón quebrantado? Muchos de nosotros lo asociamos con rupturas amorosas, lo cual nos hace sentir humillados.
Nos sentimos con la necesidad de buscar a esa persona para que puedan mejorar las cosas y “empezar desde cero”.
Del mismo modo, que nosotros podemos llegar a hacerlo con Nuestro Padre Celestial. Tales como el poder de hacer caso omiso a las leyes del Señor.
Gracias al arrepentimiento, podemos cambiar y llegar a ser misericordiosos, amables y santos.
Un espíritu contrito
Un corazón quebrantado es más fácil de poder lograrlo. Pero, ¿qué es necesario para tener un espíritu contrito?
Según la traducción al hebreo la palabra contrito, significa “aplastado” o “ polvo”.
Así que esto nos da a entender que al momento de aplastar al hombre natural y alejarnos completamente de él, estamos siendo contritos a la voluntad de Dios.
Jesucristo lava los pies de sus discípulos. Imagen: La Iglesia de Jesucristo.
Aceptando que somos menos que el polvo de la tierra y ser fieles seguidores de Dios como su guía.
Lo que quiere el Señor
Lo que realmente Dios desea para nosotros, es que nos acerquemos a Él con un espíritu contrito y un corazón quebrantado para así llegar a cumplir con sus promesas, tales como los tronos, reinos, hasta un propio universo para nosotros.
Nuestro Padre Celestial nos ha prometido que con los sacrificios que hacemos para llegar a Él, recibiremos bendiciones en un futuro.
Si llegamos a comprometernos con Él a pesar de las pruebas , entonces, podremos llegar a ser parte de sus propósitos y planes en el tiempo adecuado.
Fuente: LDSliving
