Nos consideramos personas honestas que dicen la verdad y esperamos que los demás hagan lo mismo.
Cuando descubrimos que alguien nos ha mentido, nos ofendemos e incluso nos molestamos un poco, pero… ¿si te dijera que también has dicho mentiras?
Se trata de las mentiras que nos decimos casi todos los días y ni siquiera te das cuenta.
Esto se ha vuelto tan normal debido a que la mayoría de nosotros estamos acostumbrados al diálogo interno negativo y patrones de pensamiento tóxicos que nos mantienen atrapados en espirales de mentiras.
Realmente es cierto cuando dicen que las peores mentiras son las que nos decimos a nosotros mismos.
Aquí te compartimos 5 mentiras que solemos decirnos y cómo combatirlas.
1. No puedo hacer esto
Esta se basa en la frase “no puedo hacer X, pero Y”.
Quiero casarme, pero no tengo tiempo para salir en citas.
Tengo que sacar mi título universitario, pero es muy costoso.
Me encantaría bajar de peso, pero es imposible por mi trabajo.
¿Te suena familiar?
Sí, yo también he pasado por eso, pero con el tiempo, he aprendido que nadie hará las cosas por nosotros.
Si quieres un resultado específico, debes tomar las acciones necesarias para alcanzarlo. Si es algo que realmente deseas, tendrás que actuar sin importar las excusas.
Siempre habrán razones para no hacer las cosas, si dejas que esas excusas dirijan como vives tu vida, eventualmente te llevaran a sentir frustración y descontento hacia ti mismo.
Es posible que tengas mucha carga ahora, es comprensible, pero si hay algo que deseas o debes hacer, necesitas darte el tiempo para ello. No hay otra forma de lograrlo.
2. Yo no nací para esto
Muchos pasan la mayor parte de su vida pensando que no nacieron con las mejores aptitudes o habilidades, se quejan de todo lo que no tienen en lugar de desarrollar lo que sí poseen.
El Padre Celestial ha creado a todos Sus hijos e hijas con una variedad de dones y talentos; con algunos tenemos cierta predisposición mientras que con otros será necesario desarrollarlos con la práctica.
Todo en la vida requiere práctica, disciplina, paciencia y perseverancia. Al igual que nuestra meta de ser como Jesucristo, debemos ser constantes en algo que queremos obtener en lugar de rendirnos en nuestro primer intento.
Tal vez debemos preguntarnos: “¿Qué tanto quiero lograrlo?”
3. Lo haré más tarde, mañana o la próxima semana
Bueno, es muy probable que no lo hagas y lo sabes.
Si hay algo que dejaste para mañana, siempre quedará en el mañana y nunca en el día de hoy. La procrastinación nos lleva a sentir ansiedad, irritación, decepción e incluso remordimiento.
Muchas cosas pueden surgir en nuestro día a día, pero debemos hacer lo posible por cumplir las tareas que nos hemos puesto, por más difícil que sea o lo mucho que nos cueste.
Para esto, debes trazarte metas diarias que sean alcanzables y que no ocupen todo tu día. Esto incluye las cosas que tienes que hacer en tu trabajo, en tus estudios, y en tu vida personal.
Empieza con metas pequeñas y sencillas, poco a poco. Si tienes algo que hacer el día de hoy, hazlo HOY, será una carga menos para ti.
4. Si tuviera ______, ¡finalmente sería feliz!
Si tuviera más dinero, sería feliz.
Si tuviera un trabajo menos ajetreado, sería feliz.
Si mi familia fuera diferente, sería feliz.
Creo que todos hemos pasado por esto, pero lo cierto es que tener todo lo que deseamos no garantiza nuestra felicidad y, lo que es peor, nos hace vivir en un mundo de fantasía y autocompasión en lugar de tomar la situación en nuestras manos.
Si te sientes frustrado, enojado o incluso un poco estancado, primero debes analizar tu interior antes de culpar el exterior.
Desear tener esto o aquello no es la solución a los problemas, son nuestras acciones lo que mas importan, es la manera en que afrontamos nuestra situación actual y las decisiones que tomamos.
Si quieres algo diferente, tal vez sea momento de hacer las cosas de manera diferente.
Como las escrituras nos enseñan, murmurar y quejarnos no nos ayudará, es mejor ser humildes y buscar la guía del Señor.
5. Soy demasiado viejo/joven para esto
Vivimos en una época en la que rara vez encontramos cosas para las que somos “demasiado viejos” o “demasiado jóvenes”, obviamente estando dentro de los estándares de conducta de la Iglesia.
En la actualidad, tenemos más oportunidades y opciones que nunca, sin embargo, nos abstenemos de vivir nuestros sueños porque tenemos miedo de dos cosas: Miedo al fracaso y miedo al qué dirán si es que fallamos.
Si quieres estudiar pero sientes que ya no estás en la edad promedio, ¡estudia! Si sientes que no puedes crear tu propio emprendimiento porque eres demasiado joven, ¡emprende!
Si el Señor y tú ya lo han conversado, sabes que es bueno para ti, entonces pónte la meta y trabaja en ello. Solo fracasamos cuando dejamos de intentarlo.
Si tienes algún consejo que pueda ayudar a otra persona, compártelo con nosotros en los comentarios.
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@masfe.org El Señor no desea que las cosas a la perfección, Él desea que hagas el mayor de tus esfuerzos. #masfe #esfuerzo #fuerza #lds #mormones #diosteama #mormon ♬ original sound – sweetsaudioz