¿Qué puedo hacer si ya no siento el Espíritu como antes?

oración

He sido un fiel miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días durante muchos años. He servido en llamamientos, he ministrado a otros, asisto a la Iglesia semanalmente. Trato de orar y leer las Escrituras, pero a pesar de todo esto, no he podido sentir el Espíritu en mucho tiempo. 

Me siento solo y me pregunto si Dios en verdad existe. ¿Qué hago si he sentido cantar la canción del amor redentor, pero ahora ya no lo hago?

Respuesta

escuchar a Dios

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Me apena que algunos tenga este pesar en su corazón. 

En este caso, de seguro escuchas a las personas expresar el gozo que viene de vivir el evangelio, o que parecen recibir respuestas a sus oraciones. 

Comienzas a preguntarte ¿qué es lo que pasa? ¿por qué, a pesar de todos tus mejores esfuerzos, tus oraciones solo parecen rebotar con el techo de tu casa en lugar de ir al cielo?

El élder Dieter F. Uchtdorf reconoció que puede haber ocasiones en las que no estemos disfrutando todas las bendiciones de vivir el Evangelio. Él compartió:

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“Reconozco que hay algunos que tienen una experiencia menos enriquecedora, que sienten que el ser miembros de la Iglesia en ocasiones no es lo que habían esperado.”.

El élder Uchtdorf describió algunas razones por las que quizás no estemos disfrutando de todos los beneficios de nuestra membresía en la Iglesia del Señor.

En este artículo mencionaremos tres razones, así como algunas formas de ayudarte a superarlos y sentir que vives más completamente en la luz del evangelio.

La enfermedad

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Tanto las enfermedades físicas como las mentales pueden hacer que sea difícil sentir el Espíritu. Nuestros sentidos se abruman cuando estamos enfermos, incluso nuestros sentidos espirituales.

Si tú o alguien a quien amas no ha sentido el Espíritu en mucho tiempo, considera si una enfermedad, ya sea mental o física, puede estar contribuyendo a esto.

Una enfermedad mental puede ser extremadamente complicada de tratar, pero reconocerla por lo que es puede proporcionar alivio al saber que Dios no se está alejando de ti.

Puede que haya un muro entre nosotros y el Señor en el momento en que se manifieste como una enfermedad. El tratamiento de la enfermedad puede ser un paso importante para romper ese muro y regresar a la presencia del Señor.

El pecado

Dios

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Preferiríamos no hablar de eso, pero a veces nuestra separación de Dios puede explicarse por las pequeñas cosas que hacemos que nos alejan de Él, como el pecado.

Cuando yo pasé por un período de depresión, me sentía entumecido y vacío, así que justifiqué con ello el ver películas que no había visto antes debido a su clasificación.

Sabía que las películas alejarían al Espíritu, pero sentí que podía controlarlo y que no hacía mucha diferencia en mi vida. A medida que mis ojos se abrieron a estas circunstancias, supe que tenía que arrepentirme por las cosas que me alejaron del Espíritu.

No coloques el pecado por encima de otros factores que pueden estar impidiendo que sientas la luz y el amor del Señor. El Salvador está presto a ayudarnos cuando nos arrepentimos sinceramente.

El estancamiento espiritual

perdonarte

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A veces el Espíritu se retira a causa del cambio. Es posible que hayamos cumplido con nuestro estudio de las Escrituras una vez por semana antes, pero de pronto ya no lo hacemos. Tal vez interrumpimos nuestras oraciones diarias. 

El Señor quiere y espera más de nosotros porque sabe que podemos. Si el Espíritu permaneciera a pesar de eso, entonces seríamos demasiado complacientes para hacer los cambios que el Señor sabe que necesitamos y que estamos listos para hacer.

Evalúa tu acciones y tus intenciones por fortalecer tu relación con el Señor. Él desea que sean amigos cercanos y no solo conocidos.

El Señor confía en ti

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Cuando no sientes plena y regularmente la impresión para hacer algo, puede que sea que el Señor está demostrando Su confianza en que usarás tu albedrío para elegirlo, incluso sin que Él te anime a hacerlo.

Si usas tu albedrío para elegirlo a Él, incluso cuando parece que los cielos están en silencio, entonces le demuestras que estás comprometido con Él y con Sus convenios.

Cuando los desafíos sucedan, cuando surjan más problemas, sabrás que en la roca del Salvador encontrarás resguardo y refugio.

Hay esperanza

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Si bien hay muchas maneras de perderse la luz del evangelio, también te compartimos dos maneras de invitar al Espíritu a tu vida.

Con frecuencia, estos períodos que se sienten como una separación de Dios. No hay nada de malo en esto, pero nuestra mentalidad cambiará si nuestro enfoque lo hace.

En lugar de estancarnos con pensamientos de todo lo que nos falta, podemos invitar al Espíritu recordando y reconociendo nuestras vastas bendiciones.

No importa lo que esté sucediendo en nuestras vidas, somos más bendecidos de lo que somos probados. Siempre.

Es tan fácil dar por sentadas nuestras bendiciones, pero cuando contemplamos lo que el Señor nos brinda, comenzaremos a sentirnos más cerca de Él. Toma la decisión de reconocer la mano del Señor en tu vida.

Ten fe

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En la Iglesia de Jesucristo, a menudo hablamos de la fe, pero es posible que no hablemos de la fidelidad con la suficiente frecuencia. La fidelidad habla de lealtad y devoción. 

Es posible que no podamos elegir si sentimos el Espíritu Santo, pero sí podemos elegir permanecer leales al Señor sin importar nada.

Este tiempo de silencio es temporal, no tiene nada que ver con la existencia de nuestro Dios. Debemos perseverar con fidelidad. 

Podemos optar por creerle aunque por un tiempo nuestra creencia tenga que estar basada en los recuerdos de las impresiones que recibimos antes.

Usa tu albedrío para elegirlo siempre a Él. Si perseveramos con fidelidad, seremos bendecidos, eventualmente, con el ardor del Espíritu que recordamos.

Si nos comprometemos a permanecer a Su lado pase lo que pase, podemos estar seguros de que Él está allí y sentiremos Su Espíritu regresar.

No te desanimes, valdrá la pena.

Fuente: Ldsdaily

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