Ningún nacimiento de Navidad está completo sin los personajes de los tres reyes magos que llevan los presentes de incienso, oro y mirra.
Sin embargo, por muy significativos que sean estas figuras en nuestras tradiciones navideñas, tenemos poca información confirmada sobre quiénes eran o de dónde venían.
Algunos investigadores piensan que los magos incluso podrían haber sido más de tres, quizás hasta doce.
En el diccionario bíblico en inglés se indica que, puesto que los magos eran fundamentalmente testigos de que el Salvador había nacido, tendría que haber habido por lo menos dos o tres (Deuteronomio 19:15; 2 Corintios 13:1; Doctrina y Convenios 6:28).
El evangelio de Mateo registra lo siguiente:
“Y cuando Jesús nació en Belén de Judea en los días del rey Herodes, he aquí, unos magos vinieron del oriente a Jerusalén, diciendo: ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarle”.
El élder James E. Talmadge en Jesús el Cristo escribió acerca de los sabios:
“De hecho, no tenemos información respecto de su país, nación o familia; no nos es dicho ni aun cuantos eran, aunque la tradición desautorizada los ha designado como “los tres reyes magos”, y hasta les ha dado nombres; mientras que en las Escrituras, la única narración verdadera que de ellos existe, permanecen incógnitos y pudieron haber sido dos o varios”.
¿Cuáles son algunas de estas “tradiciones desautorizadas” acerca de su lugar de procedencia con respecto a estos sabios?
La palabra “magos” se otorgaba a algunos de los académicos bíblicos una pista sobre el origen potencial de estos visitantes.
La palabra se usa en el texto griego original del libro de Mateo y puede referirse a una clase sacerdotal hereditaria en las antiguas civilizaciones como el imperio medo y persa.
En la actualidad, eso sería Irán e Irak. Esta clase sacerdotal con frecuencia se asocia con la erudición y la astrología.
En otras tradiciones de la iglesia occidental, cada uno de los magos provenía de un lugar diferente: Baltasar era rey de Arabia, Melchor era rey de Persia y Gaspar era rey de la India.
Su posición como reyes en lugar de científicos o sacerdotes se han fusionado con profecías sobre Cristo, como las que se encuentran en Salmos 68:29:
“Por causa de tu templo, en Jerusalén, los reyes te traerán presentes”.
Aunque actualmente no tenemos una forma de verificar de dónde vinieron los magos, quiénes eran o qué tipo de vida llevaron, podemos dejarnos inspirar por su deseo de buscar al niño Jesús y adorarlo.
Podemos tomar a los magos como un símbolo de dedicación y adoración de nuestro Señor.
Fuente: LdsDaily