¿Ya te detuviste a pensar quien es Dios, el Padre?
Gracias a Jesucristo sabemos mucho sobre el Padre Celestial. Sin embargo, con frecuencia, pensamos que Cristo y Él son la misma persona porque en las Escrituras se menciona a “Dios” y, a veces, se hace referencia a Jesús o a nuestro Creador.
Jesucristo vino a la Tierra a enseñarnos el Plan de Dios y además de ser nuestro Salvador, es el mayor testigo de nuestro Padre Celestial. ¡Veamos qué nos enseñó sobre Dios!
Dios, el Padre, es el ser supremo
Él es el supremo creador, legislador y conservador de todas las cosas. Lo sabe todo y tiene un cuerpo de carne y huesos tan tangible como el del hombre.
“Dios tiene un cuerpo de carne y huesos. Es un Ser organizado tal como nosotros, los que hoy estamos en la carne… Somos hijos de Dios, y Él es un Ser eterno, sin principio de días ni fin de años. Siempre fue, es y siempre será”. (Doctrina del Evangelio)
Él es el Padre de nuestro espíritu
Todos somos hijos de Dios, fuimos creados espiritualmente en la vida premortal.
Como Sus hijos tenemos un potencial divino y eterno, Él desea ayudarnos en nuestros esfuerzos sinceros de alcanzar la medida de nuestra creación.
“Soy un hijo de Dios, dotado del linaje espiritual de padres celestiales. Y tal ascendencia determina nuestro potencial eterno, lo cual es un concepto realmente confortante. Puede alentarnos a escoger con prudencia y cultivar lo mejor que hay en nosotros”. (“Conceptos excelentes”, Liahona, enero de 1996).
El Creador Supremo
A través de Jesucristo, Dios creó los cielos, la Tierra y todas las cosas que hay en ellos (Moisés 2: 1).
En Alma 30: 44 dice:
“Todas las cosas indican que hay un Dios, sí, aun la tierra y todo cuanto hay sobre ella, sí, y su movimiento, sí, y también todos los planetas que se mueven en su orden regular testifican que hay un Creador Supremo”.
El autor del Plan de Salvación
Nuestro Padre Celestial desea que vivamos con Él eternamente.
Su obra y Su gloria es “llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre” (Moisés 1: 39).
Para hacer eso posible, Dios preparó el Plan de Salvación.
Él envió a Su hijo amado, Jesucristo, para salvarnos. Ese sacrificio es la mayor expresión de amor de nuestro Padre Celestial por nosotros.
“De tal manera nos amó Dios que envió a Su Hijo Unigénito, no para condenarnos, sino para salvarnos”. – Élder Michael T. Ringwood
¿Qué función cumple Dios en tu vida? ¡Cuéntanos en los comentarios!
*Portada: “Father and Son” por Danny Hahlbohm
Fuente: Mais Fe