Creo que mi comprensión de cómo los ángeles nos ayudan ha estado equivocada toda mi vida.
Cada vez que imaginaba a ángeles ayudando a la gente, pensaba en el ángel Moroni con José Smith, o en el ángel que se le apareció a Alma en el Libro de Mormón, o cuando alguien en el templo decía que sentía la presencia de un ser querido o escuchaba una voz de advertencia en tiempos de peligro.
Nunca pensé que los ángeles pudieran estar con nosotros cotidianamente, protegiéndonos activamente, hasta que oí esta historia.
Mi madre siempre ha tenido una mejor comprensión de las cosas espirituales que yo, y poco después de que mi hermana salió en una misión, ella ofreció una oración especial. Ella pidió que sus ángeles pudieran ser enviados a vigilar y ayudar a mi hermana.
No mucho después, mi mamá dijo que ella sentía como si estuviera rodeada de una cantidad increíble de negatividad. Dijo que tenía sentimientos constantes y abrumadores de inutilidad y derrota. Y mientras casi todos en mi familia notaron el cambio en la actitud de mi madre en ese momento, pensamos que ella estaba extrañando a mi hermana. No sabíamos acerca de la oración o por qué mi madre se sentía realmente de esta manera.
Con el tiempo, en un momento en que mi hermana estaba muy bien en su misión, mi mamá oró para que sus ángeles regresaran. Ella dijo que inmediatamente después de la oración, ella sintió que toda la negatividad desaparecía como si alguien hubiera apagado el interruptor en una explosión constante de ataques de odio.
Mientras escuchaba su historia, realmente no sabía qué pensar. Yo creía en ella, pero nunca antes había escuchado algo así y no estaba segura de lo que significaba. Sin embargo, seguí pensando en ello durante toda la semana y me pregunté cómo podría aplicarlo en mi propia vida.
Entonces, mientras escuchaba una lección de la escuela dominical, escuché al maestro dar esta cita del presidente Gordon B. Hinckley sobre lo que significa el ministerio de los ángeles:
“…lo cual significa, según lo interpreto, que si son dignos del sacerdocio que poseen, tendrán el derecho de recibir y de disfrutar el poder de los seres celestiales para guardarles, para protegerles, para bendecirles“.
Sentí que esta era la respuesta que había estado buscando. Yo, emocionada le mandé un mensaje de texto a mi mamá durante la escuela dominical, mostrándole lo que había encontrado y lo que probablemente sabía todo el tiempo. Mientras buscaba información sobre cómo los ángeles nos ayudan a diario, encontré esta cita del profeta José Smith cuando estaba hablando con las hermanas de la Iglesia:
“Si viven de acuerdo con estos privilegios, no se podrá impedir que los ángeles las acompañen“.
Estas promesas eran exactamente de lo que mi madre había estado hablando. Me senté allí en la escuela dominical un poco aturdida. Yo había oído estas cosas antes, pero nunca pensé en lo que significaban en mi vida diaria. Me di cuenta de que los ángeles cuidan de nosotros con algo más que un interés pasivo y, si cumplíamos con nuestros privilegios como Santos de los Últimos Días, tomarían un papel activo en nuestras vidas.
La hermana Wendy Watson Nelson, esposa del presidente Russell M. Nelson, escribió sobre el rol cotidiano y activo que los ángeles pueden tener en nuestras vidas en su libro Covenant Keepers: Unlocking the Miracles God Wants for You (Guardianes de convenio: abriendo los milagros que Dios quiere para usted). En este libro, la hermana Nelson cita cinco palabras del discurso del Élder Jeffrey R. Holland en la Conferencia General de abril de 2010: “pidan la ayuda de ángeles”.
Ella dice que esto no debe ser confundido con orar a los ángeles o esperar “ángeles de fantasía con alas para que mágicamente eliminen nuestros problemas”, sino que podemos orar al Padre Celestial para que los ángeles nos ayuden en nuestras vidas así como mi mamá lo hizo con mi hermana.
“Entonces, ¿podrías usar un poco más de ayuda en tu vida?” Escribe la hermana Nelson. “Si es así, mantén tus convenios con más exactitud de la que has tenido antes, y entonces pídele a los ángeles (tus antepasados y otros seres queridos) que te ayuden con lo que necesites, o pide que sean enviados para ayudar a los que amas”.
Si me pongo a pensar, creo que puedo ver los momentos en que los ángeles podrían haberme ayudado en mi vida. Cuando pasaba a través de una prueba y darme cuenta que había terminado, después pensar y ver por lo que he pasado, a veces me pregunto cómo lo hice. Sabía que tenía la ayuda de familiares y amigos durante esos tiempos, pero creo que ahora me doy cuenta de que tuve la ayuda de los ángeles también.
Después de esta experiencia, sé que mi comprensión de los ángeles y cómo nos guían todavía no es perfecta, pero estoy empezando a ver que son una parte de nuestra vida cotidiana y nos cuidan más de lo que nos damos cuenta.