Al llegar a la etapa de la adolescencia nos preguntamos: “¿Qué pasará en nuestras vidas?” Tenemos tantas metas que no sabemos por dónde empezar.
Debo reconocer que cuando tenía 16 años esperaba que mi futuro yo tuviera la vida perfecta, lo que no había tenido en cuenta fueron los obstáculos con los que me encontraría.
Muchos de estos han sido por salir con chicos que no se adaptaban a mis principios, dedicar mi tiempo a cosas temporales y mucho más.
Recordar que todos cometemos errores y que estamos para aprender de estos pequeños sucesos me ha ayudado significativamente.
Así que, pensando en esto, te comparto las lecciones que he aprendido y que espero puedan ser un valioso consejo de vida. ¡Veamos!
No eres alguien para pasar el rato
Si alguna vez alguien te dice eso, ignóralo. Aunque suele ser difícil, recuerda que de ninguna manera eres alguien del momento.
Eres luz, vida y amor.
Recuerda que eres una mezcla gloriosa del Padre Celestial y la Madre Celestial junto con tus padres terrenales. Todos ellos te han dado rasgos importantes y sagrados y debes utilizarlos sabiamente.
No permitas que nadie te haga sentir menos que los demás. Vales más de lo que crees.
Recuerda que el objetivo de esta vida es acercarnos al Padre y a Su Hijo Jesucristo, la única manera de hacerlo es por medio de la expiación.
Deja entrar a Cristo, permite que Su amor te complete, Él te ayudará. Si lo haces, los cambios en tu vida te sorprenderán.
Tu valor no depende de servir una misión, un noviazgo o calificaciones perfectas en la escuela
Terminarás la secundaria, irás a una universidad o un centro de estudios superiores.
Probablemente, alguno de tus amigos irá a la misión, algunos se casarán, puede que el chico que será tu novio se vuelva tu compañero eterno o puede que no sea así.
Pero, por favor, no permitas que alguien te haga sentir que tu virtud depende de una condición del mundo.
Servir una misión es genial. El matrimonio es genial. Tener buenas calificaciones es genial.
Sin embargo, también deseo que sepas que si ninguna de estas cosas te llega a pasar, está bien. Tranquila.
No hay nada en este mundo que sea más importante que tu relación con tu Padre Celestial y Su Hijo, Jesucristo.
Busca situaciones en las que el Espíritu Santo pueda acompañarte y puedas tomar decisiones sabias que te mantengan cerca de Ellos.
No permitas que las personas a tu alrededor te digan que haciendo únicamente esas cosas tendrás valor. Tú ya lo vales.
Si una misión es algo que te acercará al Salvador y a Dios, hazlo.
Si el matrimonio es importante para ti, hazlo.
Si estudias para sacar buenas notas, entonces, sigue así.
Pero, si estas cosas no te suceden y a otros sí, recuerda que hay un tiempo perfecto para eso y el Señor te está preparando para lo que vendrá.
Por último, tu valor a la vista de Dios, que es lo más importante, es infinito e incondicional.
Apoyar al sacerdocio
Existe una etapa donde las mujeres jóvenes tratan de madurar y, por otro lado, están los hombres que necesitan madurar.
Puede que no todos los jóvenes que conozcas, se preocupen por el don divino que se les dio: el sacerdocio.
Entonces, ¿qué puedes hacer?
Prepárate como la hija de Dios que eres, recuerda que la mejor manera de ayudar a un hombre a respetar y honrar su sacerdocio es empezando con tu persona.
Trátate como hija de Dios, vístete con modestia, sé amable con los demás y no solo porque está bien, sino porque el tipo de hombre con quien quieres casarte, valorará esa bondad.
Evita criticar a los demás, no rebajes tus estándares y no dudes de la existencia de los buenos hombres. Estás en la adolescencia, ya llegará tu momento.
Prepárate para las bendiciones que recibirás y, lo más importante, trata a los hombres que te rodean con el respeto que deseas recibir.
Pregúntale a tus amigos sobre las experiencias que han tenido al usar su Sacerdocio y procura tener la oportunidad de ayudarlos a mantener ese poder.
Por sobre todo, respétate a ti misma, actúa como el ser glorioso que eres, ajústate a las normas que son verdaderas y busca ser tratada como mereces.
Entiende las pequeñas cosas que puedes hacer
Sabes cómo son las cosas: vas a la Iglesia todos los domingos, lees las escrituras, vas al templo, pagas tu diezmo, prestas servicio, etc.
Cuando era adolescente, no entendía el porqué estas cosas eran tan importantes para mi vida, hasta que estuve en la universidad, lejos de mis padres y seres queridos.
Tuve que tomar una decisión, así como tú. Me pregunté: ¿Debo seguir haciendo las cosas que me enseñaron? ¿Entiendo lo importante que son?
Ahora, estas pequeñas cosas significan mucho para mí porque son parte de mi conexión con el Salvador.
El hermano Brad Wilcox, explicó perfectamente la razón por la que importan estos pequeños actos:
“Tengo amigos cristianos que me dicen: ‘Los Santos de los Últimos Días están buscando la manera de ganar el cielo’.
Yo digo: ‘No, no buscamos ganar el cielo. Estamos preparándonos para llegar ahí. Estamos practicando para eso”.
Si queremos sentirnos cómodos con la presencia del Salvador cuando regrese a la Tierra, entonces tenemos que hacer todo lo posible para estar listas.
Al hacer estas pequeñas cosas, demostramos preparación y marcamos la diferencia.
Fuente:The Prodigal Daughter
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@masfe.org Oremos por esos jóvenes ❤️🩹 #masfe #sud #cristianos #iglesia #christian #jesusteama #oracion #diosteama #lds #mormon #iglesia #fe #tiktokcristianos #fyu ♬ sonido original – Allan Riveiro