Jennifer Lane, una académica Santo de los Últimos Días, escuchó por primera vez la relación entre la Iglesia de Jesucristo y la Francmasonería mientras trabajaba en un artículo sobre la influencia masónica en la ópera de Mozart “The Magic Flute”.
En su libro, “Hablemos sobre Templos y Rituales”, Jennifer proporciona información que la Iglesia de Jesucristo ha compartido en cuanto al tema:
“La francmasonería es una organización fraternal [para hombres] que se derivó de los antiguos gremios comerciales europeos.
Los francmasones (o masones) se reúnen en logias, en las que representan a modo de ritual una historia basada en el breve relato bíblico de Hiram, un hombre a quien Salomón comisionó la construcción del templo en Jerusalén.
Durante la representación, los masones avanzan de grado en grado, valiéndose de saludos con las manos, palabras clave y vestimentas especiales”.
Posteriormente, ella escribió:“Sabemos que José llegó a creer que los rituales masónicos contenían elementos de las antiguas investiduras, tal como otras iglesias también tenían parte de la verdad.
No tenemos que creer en la antigüedad de los rituales masónicos, pero es útil saber lo que José creía y experimentaba para comprender el contexto histórico en el momento en que se introdujo la investidura en el templo.
Confiando en que el Señor habló por medio de José Smith, muchos se hicieron la pregunta: ¿En qué medida la experiencia de José con los masones definió el qué y el cómo el Señor reveló las ordenanzas del templo?”
Propósitos diferentes
Jennifer señala que si bien podemos ver el contraste o la relación entre los rituales del templo y las prácticas masónicas, las ceremonias masónicas, según el ensayo realizado por la Iglesia de Jesucristo, “fomentan el desarrollo personal, la hermandad, la caridad y la fidelidad a la verdad con el propósito de formar mejores hombres, los que a su vez harán una sociedad mejor”.
Además:
“En las ordenanzas del templo, los hombres y las mujeres hacen convenios con Dios de obedecer Sus leyes con el propósito de obtener la exaltación mediante la expiación de Jesucristo”.
Asimismo, Jennifer señala que una significativa diferencia radica en el propósito que los rituales comunicaban:
“Los rituales masónicos sitúan simbólicamente a los participantes en una historia que da sentido a sus vidas y les ayuda a ser mejores personas. Sin embargo, la historia de los masones, encarnada en su ritual, es una historia diferente al evangelio de Jesucristo.
El mensaje del evangelio que promulgamos ritualmente en la investidura es el plan de redención y exaltación del Padre. Experimentamos simbólicamente que Él crea un mundo para nosotros y luego nos proporciona el sacrificio expiatorio de Cristo a medida que hacemos y guardamos convenios.
La historia del templo es la invitación a venir a Cristo y ser perfeccionados en Él”.
Mismo lenguaje, diferente significado
En paralelo, en un podcast de la académica, Jennifer compartió algunos detalles sobre el hecho de que los símbolos, signos o rituales del templo tengan tanto parecido con los de la masonería.
Su respuesta fue muy simple y fácil de comprender.
Ella se basó en el “lenguaje del ritual” y el mensaje que transmite. Pues, si bien existen similitudes entre el “lenguaje”, pueden significar cosas totalmente diferentes.
Ella se basa en que el hecho de hablar el mismo idioma que otra persona, no significa que cuando hables estés diciendo lo mismo, solo estás usando el mismo idioma para comunicar algo diferente.
El mismo lenguaje se puede utilizar para decir distintas cosas. Entonces, entre la masonería y el evangelio de Jesucristo, pueden usarse los mismos símbolos, pero con un significado totalmente diferente.
Fuente: LDS Living