Vivimos en una época donde es imposible evitar que los niños y niñas tengan contacto en algún momento con la pornografía. Los padres, en vez de trabajar para evitar que sus hijos vean pornografía, deben trabajar para que sus hijos desarrollen una resistencia a ella.
La pornografía se ha integrado tan arraigadamente a nuestra cultura, que es probable que los niños y niñas la vean en la escuela, en la casa de un amigo, en el autobús, o en cualquier lugar que los padres no puedan controlar.
Entonces, ¿cómo se puede desarrollar esta resistencia a la pornografía en los niños y niñas? A continuación te mostraré cuatro principios para que tus hijos aprendan cómo actuar y reaccionar de manera segura en un mundo sexualmente saturado.
1. Buenas relaciones
El consumo de la pornografía puede causar soledad e impedir el apego saludable necesario para crear relaciones enriquecedoras con familiares y amistades.
Los hábitos de la pornografía se desarrollan más fácilmente cuando los niños no tienen relaciones saludables con sus padres, quienes los rodean y la tecnología.
Relación con los padres
Esto no significa tener una relación perfecta, pero debe haber comunicación y confianza para cuando la pornografía ataque a tus hijos.
El élder Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:
“Sus esfuerzos podrían parecer pequeños en comparación con las fuertes voces que sus hijos escuchan en el mundo. En ocasiones, puede que sientan que no están logrando mucho, pero recuerden que “por pequeños medios el Señor puede realizar grandes cosas”.
Puede que una noche de hogar, una conversación sobre el Evangelio o un buen ejemplo no cambien la vida de sus hijos en un momento, igual que una gota de lluvia no hace crecer inmediatamente una planta; pero la constancia de las cosas pequeñas y sencillas, día tras día, nutre a sus hijos mucho mejor que un diluvio ocasional”.
Al orar, piensa en formas simples y alejadas de las pantallas que puedan nutrir tu relación dentro de las rutinas diarias con tus hijos.
Estas son algunas ideas:
- Mira lo que le gusta hacer a tus hijos y realiza esa actividad con ellos todos los días.
- Realicen actividades al aire libre.
- Lee con tus hijos antes de acostarte.
- Ríete con ellos todos los días.
- Escuchen música que les guste a ambos.
- Pregúntale por su día.
Relación con la tecnología
Evalúa tus propios hábitos con la tecnología y los de tus hijos. Cuando veas un desbalance, sé amable y objetivo contigo mismo y con tus hijos, luego, cambia esos hábitos.
Un estudio reciente del Wheatley Institute demostró que el uso de las redes sociales de un padre o madre tiene más impacto en la salud mental de sus hijos que el uso que los mismos hijos puedan tener.
No permitas que se cree una “tecnointerferencia” entre tus hijos y tú.
Relaciones con los demás
Debido a la tecnología, les resulta difícil a los niños establecer relaciones con los demás, especialmente cuando no hay una pantalla de por medio.
A medida que ellos crezcan, tendrán naturalmente más pensamientos y sentimientos sexuales. Estas emociones son buenas, normales y necesarias para tener conexiones saludables y deben manejarse de la manera correcta. Así se volverán más resistentes a la pornografía.
Estas son algunas ideas que tus hijos pueden desarrollar:
- Practicar saludar a otros niños en la escuela.
- Dejar los teléfonos cuando hablen con otras personas.
- Invitar a un amigo o amiga a alguna actividad.
2. Comunicarse abiertamente y con frecuencia
Debido a que la pornografía y el sexo son una parte íntima de la sociedad actualmente, las conversaciones “esporádicas” con los niños ya no son efectivas.
Debes aprender las formas apropiadas para conversar sobre el sexo con tus hijos. Recuerda que ellos también tienen que dar sus opiniones.
Ten en cuenta que tus hijos verán mucha información falsa y confusa sobre la sexualidad en las redes sociales e internet. Cada vez que esto suceda, deben escuchar la verdad de ti. Dependiendo de la edad de tu hijo, puedes realizar un registro diario.
Al establecerte como la fuente confiable de la verdad, tus hijos te verán como el lugar seguro para hablar sobre la sexualidad y la pornografía. Haz todo lo posible para reducir la vergüenza y el miedo en la comunicación que tengas con tus hijos.
Si tus hijos vieron pornografía por accidente, tómalo con calma y haz que se sientan en confianza. El humor siempre es una buena herramienta.
Algunas frases como estas serán de gran utilidad:
“Está bien, a mí también me pasó. Puedo ayudarte”, “Es normal tener curiosidad. Hablemos de eso”, “Estoy orgulloso de ti por decírmelo. ¿Tienes algo más que me quieras compartir?”, “Pensemos en una forma en que podamos evitar que eso suceda”.
3. Crear espacios seguros
El peligro que tus hijos afronten no se quedará en el colegio. Con el internet, esos males están presentes todo el día en todo lugar.
Piensa en el alivio que un niño puede sentir, aun cuando no lo exprese, al estar en un lugar seguro donde no necesita preocuparse por lo que dirán sus compañeros en la escuela ni por encontrar un video inapropiado, o en bajar el volumen de la música que aleja el espíritu.
Estos lugares seguros pueden ser tu hogar o los dispositivos que usan junto a ti.
Los niños prosperan espiritual, emocional, física y socialmente cuando se sienten seguros. Para ello, se necesitan reglas y herramientas. Estos pueden ser filtros, software y controles parentales.
Pero las herramientas no pueden ir tan lejos; son las reglas las que establecen los límites y que educan al niño a reconocer, rechazar e informar cuando se encuentran con el mal de la pornografía.
4. Vivir y enseñar la doctrina de Jesucristo
La vergüenza es un sentimiento ligado a la pornografía. Esto puede hacer que un niño sienta que no merece ayuda ni amor, y también hacer que lo oculte, lo que lo empeora todo. En cambio, comprender la doctrina de Cristo, reduce la vergüenza.
El élder Dale G. Renlund, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo que los elementos del evangelio de Jesucristo crean un ciclo, pues todos los elementos se unen entre sí, creando un progreso constante y un ciclo mayor en cada esfuerzo.
Si tu hijo ve pornografía por accidente o a propósito y te enteras, tienes la sagrada oportunidad de ayudar a eliminar la vergüenza y despejar el camino que lo guiará hacia Jesucristo y Su doctrina.
El presidente Russell M. Nelson enseñó:
“Necesitamos mujeres [y hombres] que tengan un entendimiento sólido de la doctrina de Cristo, y que lo usen para enseñar y ayudar a criar a una generación resistente al pecado”.
Tienes la responsabilidad de mostrar el amor y la misericordia del Salvador a tus hijos mediante tu propio comportamiento amoroso y misericordioso. Esto hará que él o ella desarrolle un vínculo más fuerte con Jesucristo.
Fuente: LDS Living