A veces nos da temor malinterpretar las impresiones del Espíritu Santo porque pensamos que podemos arruinar el plan que Dios tiene para nosotros. Entonces, nos da miedo tomar decisiones.
Después de algunas experiencias, descubrí por qué este proceso no debe ser tan confuso:
1. El Padre Celestial confía en ti
Cuando estaba en secundaria, quería que me cambiaran de escuela, sin embargo, no estaba segura de si eso era lo que Dios quería para mí.
Un día, mientras comía un chocolate, vi que en la envoltura decía: “Estás exactamente donde debes estar”. ¿Esa era la respuesta del Padre Celestial? No creí que lo fuera.
Así que, como no recibí una respuesta clara, decidí cambiarme de escuela cuando se presentó la oportunidad. Sin embargo, aún me preocupaba que la nota en esa envoltura, hubiera sido una señal del Padre.
Entonces, un día, mientras le contaba mis preocupaciones a un amigo, sentí paz. Ese sentimiento fue mi respuesta, la cual llegó después de tomar una decisión.
Dios confía en ti cuando eres obediente y sigues a Jesucristo. No dejes de buscar su guía en cada decisión importante. Pero, si no la reconoces, actúa.
“…[L]a luz espiritual rara vez viene a quienes simplemente se sientan en la oscuridad a esperar que alguien mueva un interruptor. Se requiere un acto de fe para abrir los ojos a la luz de Cristo”, dijo el élder Dieter F. Uchtdorf.
2. Te están guiando
Cuando el élder David A. Bednar servía como misionero de tiempo completo en Alemania, tuvo una gran impresión.
El élder Bednar le dio dinero local al presidente Boyd K. Packer, en ese entonces miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, para su viaje. El presidente Packer estaba de visita en Alemania.
Más tarde, el presidente Packer necesitó el dinero para transportarse a una zona segura.
El élder Bednar se dejó guiar por el Espíritu. Él solo pensó que el presidente Packer podría tener hambre.
Al igual que el élder Bednar, el Espíritu puede guiar tus acciones sin que te des cuenta. Confía en que, al ir por la senda de los convenios, se te guiará más de lo que crees.
3. El Espíritu Santo está contigo
Puede ser que estés tan acostumbrado o acostumbrada al Espíritu que no lo reconozcas. Pregúntate si estás buscando grandes señales o la presencia sutil del Espíritu.
Estudia las Escrituras y las palabras de los profetas para aprender más sobre la influencia del Espíritu. Ora para reconocerlo y así empieces a notar las pequeñas maneras en que te guía, enseña y consuela.
Conclusión
“[El Espíritu Santo] guiará nuestros pasos, inspirará lo que digamos y hagamos, y en el momento ni siquiera lo sabremos”, expresó el élder Bednar.
Cuando tomes decisiones, debes saber que el Señor confía en ti y te está ayudando. Al ser obediente, serás guiado por el camino que te llevará de regreso al Padre Celestial.
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*Portada: Imagen de Canva.