Las personas dicen que la fe puede mover montañas, pero, según algunos expertos, también puede aliviarnos de los síntomas de la ansiedad y la depresión.
La psicóloga Lisa Miller, en una entrevista, dijo a NPR, un canal de noticias de Estados Unidos, durante el último domingo:
“La religión ha demostrado tener un impacto positivo en la mente, además de ayudar en gran parte a la disminución del riesgo del suicidio y adicción”.
La psicóloga ha dedicado la mayor parte de su carrera al estudio de la neurociencia y la espiritualidad, y ha conseguido recopilar información muy relevante para la salud mental.
Lisa Miller descubrió en sus investigaciones que las personas que decían tener una vida espiritualmente significativa, tenían un 80% menos de probabilidades de volverse adictos a las drogas o al alcohol, en comparación con alguien que decía que no.
Además, continuando con la entrevista, la psicóloga dio tres aspectos muy importantes con relación a cómo la religión y la espiritualidad puede beneficiar nuestra salud mental:
- Cuanto mayor sea el riesgo genético a la depresión, mayor será el efecto de la espiritualidad como fuente de resiliencia contra ella.
- Recordar una experiencia espiritual significativa desencadena la misma reacción química en el cerebro que recibir un abrazo de un miembro de la familia cuando uno era un bebé.
- Aquellos que dicen tener una vida espiritual tienen un 82% menos de probabilidades de suicidarse.
¿Cómo afecta la espiritualidad al cuerpo humano?
USA Today, un importante canal de noticias de Estados Unidos, publicó un artículo a principios de este año sobre los efectos que la espiritualidad y la religión tienen en el cuerpo humano.
El artículo citaba a “Mayo Clinic” y decía:
“La mayoría de los estudios han demostrado que la participación religiosa y la espiritualidad están asociadas con mejores resultados en la salud, incluida una mayor longevidad, habilidades para manejar la presión y los problemas, una mejor calidad de vida relacionada con la salud (incluso durante una enfermedad terminal) y menos probabilidades de tener ansiedad, depresión y cometer suicidio”.
The National Library of Medicine publicó una investigación que revela que la oración, una práctica espiritual común, puede reducir o aumentar el estrés y la ansiedad, dependiendo del motivo de la oración.
Asimismo, USA Today citó estudios que informaban que la religión y las prácticas espirituales generaban niveles más bajos de cortisol, y otorgaban una mejor función inmunológica y vital.
Además, Lisa Miller comentó algo muy importante sobre nuestra espiritualidad:
“Un tercio de la espiritualidad es innata, los otros dos tercios se cultivan”.
Un nivel más alto de salud
Tyler Vander Weele, profesor de epidemiología en los Departamentos de Epidemiología y Bioestadística de Harvard T.H. Chan Public School of Health, dijo:
“Enfocarse en la espiritualidad del cuidado de la salud significa cuidar a la persona en su totalidad, no solo su enfermedad física”.
Adicionalmente, Howard Koh, profesor de la Práctica de Liderazgo en Salud Pública en Harvard T.H. Chan School concluyó:
“Integrar la espiritualidad en la atención [pública de la salud] puede ayudar a cada persona a tener una mayores probabilidades de alcanzar el nivel más alto de salud posible”.
Fuente: Deseret News