Dar un discurso durante la reunión sacramental puede ser difícil, especialmente si deseas transmitirle algo a la membresía o incluso ser más original:
“Buenos días, hermanos y hermanas”
“Cuando el obispo me asignó este discurso”
“Para aquellos que no me conocen, mi nombre es…”
“Según la Real Academia Española, se define “fe” como….”
Dar un discurso puede ser complicado para algunas personas. Créditos: Phillips Smith Conwell
Todos hemos pasado por este tipo de situaciones, estar frente a todos en el púlpito deseando que el micrófono empiece a tener algún tipo de falla para así no dar compartir el mensaje de 10 a 15 minutos.
Aunque esto no suele pasar a menudo, a cualquier miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días siempre se le asignará dar un discurso. Incluso, muchos ya han pasado por esto en diferentes ocasiones.
Todos deseamos ser los mejores discursantes, pero esto requiere preparación y por eso he preparado algunos consejos que pueden ayudarte a ser uno de los mejores oradores dentro de tu barrio.
Plantea historias interesantes
Plantea historias interesantes. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Contar historias es una de las mejores maneras de conectar con la audiencia, no solo porque es entretenido, sino porque capta la atención de los demás.
Les da la oportunidad a los oyentes de asociar sus propias experiencias con lo que estás compartiendo.
Según la psicología, esto se considera como “apercepción”. Somos capaces de conectar con el público cuando compartimos historias o experiencias relacionadas con nuestro tema asignado.
Si deseas un ejemplo para esto, te recomiendo estudiar este discurso del élder Jeffrey R. Holland, Cuórum de los Doce Apóstoles.
No es un informe para la escuela
No te preocupes escribir todo un discurso. Imagen: Canva
Si te asignaron un discurso sobre un tema que no conoces en su totalidad, ¡no te preocupes! Debemos recordar que tus experiencias son únicas y valen la pena compartirlas.
Podrías armar tus discursos con citas o experiencias de los apóstoles y profetas o incluso de la Liahona para que así las personas puedan entender mejor los temas.
Guíate de los niños de la primaria. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Sin embargo, puedes tomar como ejemplo a los niños de la Primaria, ellos son muy buenos en esto.
Una vez, una niña compartió que le daba miedo la oscuridad, pero cuando oraba se sentía mejor y podía dormir. Eso demostraba que Jesús la cuida.
Aunque una cita podría decir lo mismo, tu propia perspectiva es mucho más poderosa y especial.
Cambia de perspectiva
Cambia de parecer. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
En los discursos de la reunión sacramental, se usan citas de las Escrituras, enseñanzas de los profetas y fragmentos de discursos de autoridades generales.
Es importante mantener el enfoque en lo que verdaderamente importa, pero también se pueden añadir ideas de otras fuentes de la Iglesia.
El élder D. Todd Christofferson, Cuórum de los Doce Apóstoles, comparte buenos ejemplos de cómo usar diferentes recursos para explicar mejor un tema que se te ha asignado.
Puedes usar estadísticas, estudios, reportes que den una nueva e innovadora perspectiva, esto puede ser una gran fuente de ayuda para tu audiencia y puedan tener un mejor entendimiento al momento de explicar el tema asignado.
Hazlo sencillo
Estudia con ayuda de las autoridades generales. Imagen: Shutterstock
No escribas todo tu discurso en una hoja y antes de que te asustes, puedes usar esto en su lugar:
- Escribe un par de notas mientras estudias y oras sobre el tema.
- Haz una pequeña lista de escrituras, historias y pensamientos que deseas compartir.
- Organiza tus ideas en una hoja.
- Deja que el espíritu influya en lo que puedas decir.
- Mantenlo simple, es como una pequeña conversación que tienes con un amigo o amiga.
Mantén tu propio ritmo
Tómate tu propio tiempo. Imagen: Shutterstock
Si prefieres leer tu discurso, está bien, pero asegúrate de no apresurarte. Transmite emoción en tu voz, tómate tu tiempo y respira correctamente.
Tómalo con calma y, sobre todo, ¡no te quedes sin aliento! Puedes practicar tu discurso leyéndolo en voz alta un día antes.
Sí, esto significa que no debes prepararlo con anticipación. Si necesitas inspiración para hablar con buen ritmo, mira los discursos de la hermana Reyna L. Aburto. Ella es experta en captar la atención de la audiencia, hablando con calma y pausas efectivas.
Siempre recuerda al Salvador
Recuerda al Salvador. Imagen: Canva
El mensaje central de un discurso es Jesucristo. No tienes que decir cosas gracias o muy atractivas, solo comparte lo que crees y las razones por las que las crees. Recuerda que la reunión es para renovar nuestros convenios y mejorar como personas.
Tal como dijo Jesús a los nefitas:
“Y siempre haréis esto por todos los que se arrepientan y se bauticen en mi nombre; y lo haréis en memoria de mi sangre, que he vertido por vosotros, para que testifiquéis al Padre que siempre os acordáis de mí. Y si os acordáis siempre de mí, tendréis mi Espíritu para que esté con vosotros”. – (3 Nefi 18:11)
Esto también va para cuando te estés preparando para un discurso, ¡no te preocupes, todo saldrá bien!
Si estás leyendo esto en un sábado, ¡empieza ya!
Fuente: LDS Living
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