Pregunta
Tengo una pregunta sobre la misión. Los profetas de los Últimos Días han mandado que todo hombre digno sirve en una misión de tiempo completo, pero ¿qué pasa si no tengo el deseo de servir?
He orado y ayunado durante años tratando de sentir el deseo de servir al Señor y la respuesta que parezco recibir es que no debo hacerlo, no recibo el deseo de hacerlo.
Eso me causa confusión. Si no sirvo, no estoy obedeciendo los mandamientos de Dios. Además, hay personas que dicen que estoy desafiando a Dios.
¿Estoy desafiando a Dios al no servir al Señor y compartir el Evangelio? ¿Estoy equivocado al no servir? Estoy confundido y me gustaría que me puedan ayudar.
Respuesta
Gracias por compartir tus preguntas. La obra del reino de Dios no siempre es fácil o agradable.
Por ejemplo, piensa en una persona que tiene un empleo. Trabaja porque necesita los medios para satisfacer sus necesidades tanto básicas como personales.
Precisa de ese trabajo y, a cambio, recibe un salario. Aquello también le permite progresar en lo profesional y desarrollar sus habilidades.
¿Cuánto crees que duraría esa persona en ese trabajo si solo asistiera cuando tuviera ganas o hiciera solo aquello que le gusta?
Así como necesitamos trabajar para generar ingresos, también necesitamos servir al Señor y cumplir sus mandamientos para recibir bendiciones.
Tal vez no siempre nos toque servir en algo que nos agrade o en lo que seamos buenos, pero es justo ahí que el Señor nos ayudar a crecer. No hay progreso en al zona confort y no hay confort en la zona de progreso.
Si bien somos herramientas en las manos del Señor, somos nosotros quienes precisamos de Su ayuda en todo momento.
Realmente sé que en el camino encontrarás las respuestas que necesitas y la razón por la que el Señor te llamó a servir.
El Nuevo Testamento relata el caso del joven rico que le preguntó al Salvador qué debía hacer para obtener la vida eterna. El Salvador le dijo que vendiera todo lo que tenía y lo siguiera.
El registros nos dice que cuando el joven oyó esto, se entristeció mucho, porque era muy rico (Lucas 18:18-23). Amaba su dinero y aparentemente las otras cosas de este mundo más de lo que amaba al Señor y la oportunidad de servirle.
En Lucas 18:28-30, leemos la conversación que se da entre Pedro y el Señor:
“Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado nuestras posesiones y te hemos seguido.
Y él les dijo: De cierto os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer o hijos por el reino de Dios, que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el mundo venidero la vida eterna”.
Es evidente aquí que el servicio en el reino requiere un sacrificio, pero aquel que esté dispuesto a hacer ese sacrificio recibirá mucho más en esta vida, recibirá la vida eterna.
Ahora, hay razones válidas para no aceptar un llamamiento para servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Entre ellas se encuentran la salud, física o mental, y responsabilidades familiares.
Si estas no son tus circunstancias, entonces sería bueno que consideres poner tu confianza en el Señor. Tal vez sería mejor decir: “Si deseas que sirva, entonces haré lo que me pidas”.
Sé, por experiencia propia, que el Señor en verdad contesta nuestras oraciones, incluso cuando nos sentimos insuficientes o sin ganas de servir. Él encontrará la manera de hacerte saber que eres esencial para Su obra.
Fuente: Askgramps