Escoger servir en una misión es un acto de nobleza y valentía. Confío en que Dios te guiará y te sostendrá a lo largo de este camino, brindándote abundantes bendiciones y fortaleza para superar cualquier desafío que pueda surgir.
Salir de la zona de confort durante 18 a 24 meses representa un desafío considerable para un joven Santo de los Últimos Días, ya que implica enfrentar diversas decisiones que pueden tener un impacto significativo en su futuro como misionero.
En momentos en los que los jóvenes se ven inundados de preguntas sobre su futuro, es aconsejable recurrir a la orientación que ofrecen las Escrituras y los consejos de los líderes eclesiásticos. Por ello, en este artículo abordaremos cada una de estas interrogantes que muchos miembros de la Iglesia de Jesucristo tienen antes de emprender su misión de servicio.
¿Por qué tengo que ir?
Es posible que seas hombre y tengas el deber de ir al igual que muchos de tus amigos o familiares lo hicieron a su edad correspondiente, además, durante la misión también tendrás la oportunidad de vivir en un nuevo lugar o aprender un nuevo idioma.
Pero, debes de recordar que esta decisión debe de tomarse con gran cuidado y respeto, realmente tienes que sentir que estás preparado tanto espiritual como emocionalmente asumir la responsabilidad de representar al Señor y compartir su evangelio con los demás.
Además, si tienes dudas, ora por al Padre Celestial y Él sabrá cómo guiarte para tomar esta importante decisión.
¿Cuáles son mis verdaderas creencias?
Antes de embarcarte en una misión, es crucial recordar su propósito fundamental: invitar a otros a acercarse a Cristo. No es necesario poseer un testimonio perfecto para ello; basta con tener fe en el Señor y estar dispuesto a compartir Su mensaje.
Al comprender plenamente tu llamamiento como misionero, no solo te conectarás con las personas a tu alrededor, sino también con Dios, fortaleciendo así tu compromiso con Él.
Después de mi preparación, ¿cómo sé que estoy listo para recibir mi investidura del templo?
Después de tu preparación emocional y espiritual, estás a punto de dar un paso importante: hacer convenios en el templo. Estos convenios te acercarán más al Señor y te comprometerán aún más con Su obra.
Además, esta experiencia te capacitará para enseñar a otros sobre la preparación para el templo. Al ayudar a los demás a comprender los convenios que harán con el Padre Celestial para toda la eternidad, estarás brindando un servicio invaluable.
Prepararse para servir una misión y recibir la investidura en el templo son dos pilares fundamentales para los Santos de los Últimos Días. Ambos requieren una fe sólida en el Señor y un compromiso sincero con Su Evangelio.
Al enfrentar decisiones tan trascendentales, ten presente que Dios anhela tu éxito y está dispuesto a guiarte en tu camino si buscas Su dirección con humildad y sinceridad. Avanza con fe y confianza, sabiendo que el Señor te acompaña en cada paso del camino.
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