Ya había contado la historia de cómo el élder Quentin L. Cook y el élder Jeffrey R. Holland fueron compañeros de misión, sin embargo, el élder Cook compartió una tierna foto junto con un conmovedor mensaje de esta hermosa relación y estoy segura que te encantará.
A través de Facebook e Instagram, el apóstol compartió:
“Cuando el presidente Jeffrey R. Holland y yo fuimos compañeros de misión en la Misión Británica durante el verano de 1962, poco sabíamos que varias décadas más tarde nos reuniríamos en el servicio del Evangelio a tiempo completo como miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles.
Yo era el compañero mayor entonces, pero definitivamente soy el “compañero menor” ahora. A menudo le digo a los misioneros: “Sean amables con su compañero menor; nunca se sabe cuándo será su compañero mayor”.
Esta foto en la que aparecemos con nuestro presidente de misión, el élder Marion D. Hanks —quien había sido Setenta Autoridad General antes de servir como presidente de misión y luego sirvió muchos años en la Presidencia de los Setenta— me recuerda nuestra maravillosa experiencia juntos en el campo misional.
A lo largo de los años, el presidente Holland y yo hemos utilizado la palabra “fecunda” para describir nuestras misiones. Fue vital para nuestro servicio de toda la vida a la causa de Cristo.
Hoy los misioneros tienen la oportunidad de hacer de sus misiones experiencias espirituales fundamentales al entender y aplicar su objetivo misional de “invitar a las personas a venir a Cristo al ayudarlas a que reciban el Evangelio restaurado mediante la fe en Jesucristo y Su Expiación, el arrepentimiento, el bautismo, la recepción del don del Espíritu Santo y el perseverar hasta el fin” (Predicad Mi Evangelio: Una guía para compartir el Evangelio de Jesucristo, 2023, pág. 1).
Definida en las Escrituras como la doctrina de Cristo (véase 2 Nefi 31), es similar a la petición del Salvador de que cada uno de nosotros ame a Dios y guarde Sus mandamientos (véanse Mateo 22:37 y Juan 14:15). Siempre están combinados e interconectados.
Ya sea en el servicio misional de tiempo completo o en el servicio de toda la vida en la Iglesia, cada uno de nosotros puede esforzarse por hacer de la causa de Cristo una búsqueda de toda la vida. Nuestros esfuerzos por venir a Cristo pueden verse profundamente influenciados por nuestro compromiso de centrar nuestra vida en la doctrina de Cristo”.