Estamos a mitad de año, posiblemente nos hemos tomado un tiempo para revisar cómo vamos en el cumplimiento de nuestra metas de inicio de año y con poco o mucho desánimo descubrimos que no estamos logrando todo lo que queremos ser.
Afortunadamente, el presidente Jeffrey R. Holland tiene un mensaje para esta situación. Personalmente, era lo que necesita leer.
Esforcémonos por mejorar de forma continua
A través de sus redes sociales, el presidente Holland declaró:
“Conozco a muchas personas que luchan con el perfeccionismo. En la Iglesia oigo a muchos que luchan con este asunto, diciendo: ‘No soy lo suficientemente bueno’. ‘Tengo tanto que mejorar’. ‘Nunca estaré a la altura’. Oigo que lo dicen los adolescentes, los misioneros, los nuevos conversos y los miembros de hace muchos años.
Como hijos de Dios, no debemos menospreciarnos ni vilipendiarnos, como si el hecho de castigarnos a nosotros mismos de alguna manera fuera a convertirnos en las personas que Dios desea que seamos.
Con el deseo de arrepentirnos y de siempre ser más rectos en nuestro corazón, espero que procuremos mejorar personalmente de una manera que no incluya excesivos ataques de culpa o la destrucción de nuestra autoestima.
Creo que Jesús pretendía que el mandamiento: ‘Sed, pues, vosotros perfectos, así como vuestro Padre […] en los cielos es perfecto’ (Mateo 5:48), fuera un tributo a quién y qué es Dios, el Eterno Padre, y a lo que podemos lograr con Él en la eternidad, y no un duro recordatorio verbal de nuestras deficiencias.
Con la excepción de Jesucristo, no ha habido comportamientos perfectos en esta trayectoria terrenal en la que estamos embarcados; así que, mientras estemos en la tierra, esforcémonos por mejorar de forma continua, sin obsesionarnos con ser perfectos”.
Pienso que no necesito decir más en este artículo. Solo espero que tengamos una nueva perspectiva en cuanto a nuestra exigencia y nuestro deseo por ser mejor cada día.