Como seguidores de Cristo y Santos de los Últimos Días, nos esforzamos por vivir una buena vida, digna de Sus bendiciones y por seguir las enseñanzas que nos dejó.
Este camino de fe no nos convierte en personas perfectas, pero sí nos impulsa a ser mejores versiones de nosotros mismos cada día.
En este trayecto, también nos encontramos con verdades que nos desafían y confrontan con realidades incómodas, pero que son esenciales para nuestro crecimiento espiritual.
Si bien la hipocresía puede tentarnos a creer que ciertos actos o comportamientos nos hacen más “cristianos” que otros, es fundamental recordar que la verdadera fe se basa en la integridad y la coherencia entre nuestras acciones y nuestras creencias.
En este sentido, te invito a reflexionar sobre 4 verdades que, si bien pueden ser dolorosas de aceptar, son fundamentales para nuestro progreso eterno.
1. Ir todos los domingos a la Iglesia no te hace buena persona
Lo cierto es que la asistencia de cada domingo a la Iglesia no nos hace buenas personas, ni tampoco define qué tan bondadosos somos.
Lo que realmente refleja quienes somos son nuestras acciones y la manera en que nos esforzamos por vivir nuestra fe el resto de la semana.
¿Te esfuerzas por ser amable, lleno de compasión y hacer lo justo en tus acciones diarias?
La verdadera prueba de nuestro carácter se revela en nuestras interacciones cotidianas y en cómo tratamos a los demás cuando nadie nos está viendo.
2. Tener una asignación en la Iglesia no te hace especial
Tener una asignación o llamamiento en la Iglesia no nos hace especiales o mejores que los demás. Lo que lo hace especial es la forma en la que servimos a nuestro prójimo.
Para esto, debemos recordar que el servicio desinteresado y la humildad en nuestras acciones reflejan el verdadero espíritu de Cristo.
El mayor entre nosotros es el que sirve con amor y dedicación, sin jactarse ni buscar reconocimiento.
3. Hablar mal de otros solo habla mal de ti
Hablar mal de los hermanos en la Iglesia no dice nada de ellos sino que, más bien, dice mucho sobre nuestro propio carácter.
Sabemos que criticar y juzgar a otros no aporta nada positivo, lo sabemos. En lugar de hablar mal de otros, esforcémonos por ser una fuente de apoyo, amor, comprensión y fortaleza. La crítica destructiva solo alimenta la división y el resentimiento.
Recuerda, la lengua puede ser una herramienta de destrucción si no la usamos con sabiduría y compasión.
4. Llevar una doble vida te aleja de Dios
Llevar una doble vida, mantener una fachada de mentiras que van en contra de todos los principios que aprendimos, probablemente nos haga tener una buena reputación en la Iglesia.
La verdad es que aquello solo lastima nuestro corazón y nuestra relación personal con Dios. Podemos engañar a los demás, pero nunca podremos burlarnos de Dios ni a nosotros mismos.
Debemos ser congruentes en nuestras acciones y palabras, buscando siempre vivir de acuerdo a los valores que profesamos.
Un camino de progreso
Estas verdades no buscan condenar, sino liberarnos, ayudarnos a convertirnos en una mejor versión de nosotros mismos. Es un llamado a la introspección.
Aceptémoslas con humildad, dispongámonos a cambiar lo que sea necesario y caminemos juntos hacia una vida más plena y llena del amor de Dios.
Cada uno de nosotros podemos seguir esforzándonos, predicando con el ejemplo más que con palabras bonitas. De esta manera, cuando las personas nos vean, sentirán el deseo de seguir a Cristo.
Seremos verdaderos instrumentos en las manos de Dios y nuestra propia vida se verá fortalecida y bendecida en el proceso.
Y tú, ¿qué otra verdad incómoda deberíamos agregar?
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@masfe.org Ser una persona fiel a Dios solo los domingos no nos hace mejores que los demás. Así como tampoco tener una posición de liderazgo en la iglesia nos hace más importantes. Recuerda que lo que a Dios más le importará el día del juicio es lo que tenemos en el corazón y no tanto lo que aparentemos a otros. Seamos fieles a nuestros principios, vivamos nuestra fe por convicción y no por apariencia y así haremos de este mundo un lugar mejor, ayudando a que más personas sientan el deseo de seguir al Salvador. #cristianos #verdades #domingo #iglesias #jesus #sud #enlaiglesia #reflexiones