En un mundo donde la conformidad y la aceptación social a menudo dominan nuestras decisiones, el mensaje del élder Neil L. Andersen, miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, resuena con una profunda verdad y valentía.
Élder Andersen durante la dedicación del Templo de Brasilia
A través de una reciente declaración en redes sociales, el élder Andersen nos recuerda la importancia de abrazar nuestra identidad como discípulos de Jesucristo, sin miedo a ser diferentes.
El valor de la diferencia
“El Evangelio de Jesucristo nos da una idea de quiénes somos realmente, por qué estamos aquí en la tierra, cómo continuar en la senda de los convenios y dónde podemos estar por toda la eternidad”, expresó el élder Andersen.
Estas palabras nos invitan a reflexionar sobre nuestro propósito divino y nuestra verdadera identidad. Como hijos e hijas de Dios, nuestra misión en la tierra es fortalecer nuestra fe en nuestro Padre Celestial y en Su Hijo Jesucristo. A través de nuestras experiencias, aprendemos a seguirles y a escoger el bien sobre el mal, con la esperanza de regresar algún día a Su presencia.
Discípulos de Cristo. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Un llamado a la fe y la esperanza
“Sabiendo esto, no tenemos miedo de ser diferentes. Jesús dijo de Sus discípulos: ‘No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo’ (Juan 17:16)”. Estas palabras nos desafían a adoptar una perspectiva celestial en nuestra vida diaria.
En un mundo que a menudo valora lo temporal y lo superficial, ser discípulos de Jesucristo significa mantenernos firmes en nuestras creencias y principios, aunque eso nos haga destacar o parecer diferentes.
Todos podemos seguir al Salvador. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
El élder Andersen nos anima a mirar hacia el futuro con fe y esperanza.
“Les prometo que a medida que centren su vida en su fe en Jesucristo y en las ordenanzas, los convenios y las enseñanzas de Su santa casa, se verán a sí mismos como realmente son y como pueden llegar a ser”, declaró.
Este llamado a centrarnos en Jesucristo y en las ordenanzas sagradas de Su templo nos ofrece una guía clara sobre cómo vivir una vida llena de propósito y dirección divina.
El Señor te conoce y extiende Su mano para ayudarte. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Un testimonio de fe y compromiso
El mensaje del élder Andersen es un testimonio poderoso de la importancia de mantenernos firmes en nuestra fe, incluso cuando el camino es difícil y solitario. Nos recuerda que al centrar nuestras vidas en Jesucristo, encontramos la fuerza para ser valientes, para enfrentar los desafíos con esperanza y para vernos a nosotros mismos como realmente somos: hijos e hijas divinos con un propósito eterno.
