Cientos de jóvenes miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de la Estaca Puno Central, en Perú, emprendieron un viaje memorable a Bolivia, con un objetivo sagrado y trascendental: realizar ordenanzas de bautismo por sus antepasados en el Templo de Cochabamba.
Del 29 de julio al 2 de agosto, estos jóvenes participaron en la obra vicaria, realizando 1,600 ordenanzas bautismales en favor de sus familiares fallecidos.
Un compromiso que traspasa fronteras
Guiados por sus líderes eclesiásticos y con un fervor palpable, los jóvenes de la Estaca Puno Central demostraron su devoción y amor por sus antepasados.
En una muestra de fe y compromiso, cada uno de ellos llevó nombres de familiares fallecidos para ser bautizados en el templo, cumpliendo así una parte esencial de la doctrina de la Iglesia: la unión eterna de las familias.
El poder de las ordenanzas del templo
Para los Santos de los Últimos Días, el bautismo por los muertos es una manifestación poderosa de amor y esperanza. Creen firmemente que las familias pueden estar juntas más allá de esta vida, y las ordenanzas realizadas en el templo son un acto crucial para fortalecer esos lazos eternos.
Un miembro de la Iglesia puede actuar como representante de un antepasado fallecido, brindando la oportunidad de progreso espiritual del otro lado del velo. Esta obra genealógica y vicaria es un pilar fundamental de su fe.
Una experiencia transformadora
El viaje al Templo de Cochabamba no solo fue un acto de devoción religiosa, sino también una experiencia que transformó vidas. Los jóvenes participantes encontraron en el templo un refugio de paz y espiritualidad, un lugar donde pudieron fortalecer su fe y su conexión con sus antepasados.
A pesar de la distancia y los desafíos, su entusiasmo y dedicación brillaron, reflejando el llamado del profeta de pasar más tiempo en el templo y servir a los demás.
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