Sierra Larson, miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, ha alcanzado un logro notable al ser ascendida al rango de primera teniente y capellán en la Reserva de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Este ascenso, que tuvo lugar el 23 de agosto, marca un nuevo capítulo en su vida de servicio y compromiso, tanto con su fe como con su nación.
Un camino de fe y servicio
Larson comenzó su trayecto de servicio en la Misión Santiago, República Dominicana, donde dedicó su tiempo a compartir el Evangelio de Jesucristo. Tras regresar a casa, no se detuvo en su deseo de ayudar a otros, obteniendo dos maestrías: una en trabajo social y otra en teología. Se convirtió en trabajadora social clínica con licencia especializada en trauma, ofreciendo apoyo y cuidado a quienes más lo necesitan.
Además de su carrera profesional, Larson también sirve en su congregación local como presidenta de la Sociedad de Socorro de la Estaca Brandon, Florida. En su vida personal, está casada con el sargento de artillería Joseph Larson, del Cuerpo de Marines de EE.UU., y es madre de tres hijos.
El llamado al servicio como Capellán
Para Larson, ser capellán no es solo un título militar, sino una extensión de su devoción a Jesucristo. Ella ve su papel como una oportunidad para representar a la Iglesia y al Salvador en todo lo que hace. Al respecto, Larson comentó:
“Ser capellán me da acceso a servir de maneras que de otra manera no hubiera podido, pero siempre represento a la Iglesia en todo lo que hago”.
Larson también destaca la importancia de tener mujeres en la capellanía militar. Ella cree que las mujeres aportan talentos únicos al equipo y que su presencia puede brindar consuelo a aquellos que tal vez no se sentirían tan cómodos recurriendo a un capellán masculino.
Un testimonio y conversión profundos
A lo largo de su vida, Larson ha experimentado el poder del testimonio y la conversión. Aunque ha sido miembro de la Iglesia toda su vida, reconoce que su testimonio y su conversión son dos experiencias diferentes. Su testimonio comenzó a crecer a una edad temprana, pero su conversión, ese compromiso profundo con el Evangelio, llegó más tarde, cuando sintió el llamado de consagrarse completamente al Señor.
Este viaje espiritual ha sido clave en su vida, llevándola a tener experiencias profundas, como cuando conoció al élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y posteriormente al presidente Henry B. Eyring, segundo consejero de la Primera Presidencia, en el Seminario de Capacitación de Capellanes de 2022.
El desafío de convertirse en capellán
El camino de Larson hacia la capellanía fue motivado por su deseo de ayudar a prevenir el suicidio de veteranos. Este llamado la llevó a emprender un arduo proceso de formación que incluyó la obtención de una maestría, mudanzas, un embarazo y su servicio como presidenta de la Sociedad de Socorro. Larson reconoce que este viaje fue un “bautismo de fuego”, lleno de desafíos, pero también de milagros.
“Fue absolutamente un milagro”, comentó Larson al reflexionar sobre cómo logró equilibrar todas las responsabilidades en su vida.
Luchando en la guerra espiritual
Larson también se siente inspirada por las escrituras, especialmente por el relato en Alma 54 del Libro de Mormón, donde el capitán Moroni dice que “armaré a mis mujeres y a mis hijos”. Para Larson, esto simboliza el papel vital que las mujeres juegan en la guerra espiritual actual.
“Se está llamando a las mujeres a tomar las armas en esta guerra espiritual”, dijo, destacando que se siente bendecida al ser una de esas mujeres armadas con poder espiritual para luchar por la causa de Cristo.
La historia de Sierra Larson es un testimonio de cómo la fe, el servicio y el compromiso con el Evangelio pueden transformar vidas y abrir puertas inesperadas para servir al prójimo. Desde su trabajo como capellán hasta su papel como madre y líder en su congregación, Larson sigue siendo una discípula del Salvador, siempre lista para defender la fe y servir a aquellos que necesitan esperanza y consuelo.
Fuente: Church News