El presidente Steven J. Lund, presidente general de los Hombres Jóvenes, visitó la hermosa ciudad de Monterrey en México para transmitir un mensaje poderoso a más de 800 jóvenes. Su misión fue clara: inspirar a la próxima generación de líderes a brillar con la luz del evangelio en un mundo lleno de distracciones.
Durante su visita, que incluyó devocionales, capacitaciones y una emotiva visita al Templo de Monterrey, el presidente Lund alentó a los jóvenes a repasar los lemas de su organización.
“Esos lemas son un recordatorio constante de quiénes son realmente: hijos de Dios con un propósito divino”, destacó.
Una generación preservada para este tiempo
El presidente Lund recordó que esta generación de jóvenes fue preservada para nacer en este tiempo especial, con dones y capacidades únicas. Les pidió que no subestimaran su potencial para transformar el mundo siguiendo el consejo del presidente Russell M. Nelson: ser líderes guiados por la luz del evangelio.
Enséñenles a ser líderes: Un llamado a los padres y líderes
Dirigiéndose también a los padres y líderes, el presidente Lund subrayó la importancia de ayudarlos a reconocer su valor divino. Habló sobre el impacto transformador del programa “Para la Fortaleza de la Juventud”, una herramienta diseñada para guiar a los jóvenes en sus decisiones diarias, y que invita a buscar revelación personal.
“Permitan que los jóvenes tomen la iniciativa”, instó el presidente Lund. “Si les enseñamos cómo liderar hoy, ellos continuarán siendo líderes durante toda su vida”.
Momentos en el templo y reflexiones espirituales
Uno de los momentos más emotivos de la visita fue cuando el presidente Lund acompañó a un grupo de jóvenes al Templo de Monterrey para realizar ordenanzas a favor de sus antepasados. También se reunió con ellos para escuchar sus ideas y preocupaciones, recordándoles que Jesucristo es la roca sobre la cual deben construir su vida.
La hermana Kalleen Lund, quien acompañó a su esposo en esta visita, compartió su propio testimonio con los jóvenes. Les animó a orar para sentir el amor de Dios, prometiéndoles que esa respuesta cambiaría su vida para siempre.
Un mensaje de esperanza
La visita del presidente Lund dejó una huella en la juventud de Monterrey, recordándoles que tienen un propósito sagrado y un futuro brillante si siguen los principios del evangelio. Al finalizar, compartió su testimonio de que Jesucristo desea, por encima de todo, que sean felices. Una promesa que inspira a estos jóvenes a liderar con fe y confianza en el futuro.
Este evento no solo fue un recordatorio de su potencial, sino una llamada a la acción: la luz del evangelio brilla más fuerte cuando somos líderes en nuestro propio camino.
Fuente: noticias.laiglesiadejesucristo.org