El domingo 15 de septiembre fue un día de regocijo y bendiciones para los Santos de los Últimos Días en Pensilvania. El élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dedicó el nuevo Templo de Pittsburgh en dos sesiones especiales, marcando un momento trascendental para más de 29,000 miembros que se beneficiarán con esta casa del Señor.
“Este templo será una bendición para cada uno de ustedes”, afirmó el élder Uchtdorf con una sonrisa cálida. “Aquí encontrarán paz, fortaleza y un refugio que los conectará con el cielo. Que este lugar inspire sus hogares con un espíritu de esperanza y amor”.
Ubicado en la pintoresca comunidad de Cranberry Township, al norte de Pittsburgh, este templo cuenta con un diseño que refleja el legado único de la ciudad. Un majestuoso puente de granito en sus jardines es un tributo a Pittsburgh, conocida como la “Ciudad de los Puentes”, lo cual también sirvió como símbolo central en el mensaje del élder Uchtdorf.
“Los puentes conectan territorios y personas, y este templo será un puente que nos conecte con el cielo”, enseñó, elevando aún más el significado de este día histórico.
La emoción fue palpable mientras el élder y la hermana Uchtdorf saludaban a los asistentes. Al pasar por la entrada del templo, se detuvieron a conversar con los jóvenes que ayudaban a colocar cubiertas para zapatos. “Bienvenidos al templo”, dijo el élder Uchtdorf con una sonrisa, haciendo sentir a todos parte de un momento santo y trascendente.
Templo de Pittsburgh, Pensilvania
El Templo de Pittsburgh, el segundo en el estado de Pensilvania, será un lugar de adoración y servicio para los miembros de tres estacas: Pittsburgh, Pittsburgh North y Pittsburgh West. Esta comunidad ha esperado este día durante mucho tiempo, como señaló el élder Uchtdorf:
“La Iglesia en esta área es fuerte, y lo es gracias a la dedicación y fe de los miembros que han trabajado incansablemente para llegar a este momento”.
Los sentimientos de gratitud se multiplicaron entre los asistentes. Alex y Ronda Yothers, junto con sus cinco hijos, son una de las muchas familias que celebraron la dedicación.
“Ahora tenemos un templo a solo una hora de distancia”, dijo Alex, quien sirve en la presidencia del quórum de élderes de su barrio. “Es una bendición que nos permitirá estar más cerca del Señor y servir más a menudo”. Ronda, presidenta de las Mujeres Jóvenes, compartió: “Los niños ya están emocionados por hacer la obra del templo. ¡Qué bendición para nuestra familia!”.
Los templos son mucho más que edificios. Son casas del Señor, lugares donde los fieles hacen convenios sagrados que fortalecen su relación con Dios y los unen como familias para siempre.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org