Las primeras escenas de “Harry Potter y la piedra filosofal” nos muestran a una preocupada profesora Minerva McGonagall por el bienestar y el cuidado del pequeño “Niño que vivió”.
Conocida por su sensatez, su valentía, su franqueza y su particular sentido del humor, McGonagall fue una de las piezas clave en la lucha contra “Quién-tú-ya-sabes” y una gran ayuda para la gran mayoría de los alumnos de Hogwarts.
Muchas de sus conocidas frases también nos pueden enseñar principios importantes que nos recuerdan el evangelio de maneras muy sutiles y aquí te compartimos algunas.
Espero que McGonagall te brinde ánimos y te ayude a fortalecer tu fe.
1. Las consecuencias de nuestras acciones
La profesora McGonagall una vez dijo:
“Las consecuencias de nuestras acciones son siempre tan complicadas, tan diversas, que predecir el futuro resulta ser muy difícil”.
Esta frase resuena profundamente en el contexto del evangelio, donde cada decisión que tomamos puede tener un impacto más allá de lo que podemos imaginar, un impacto eterno.
Es esencial reflexionar sobre las decisiones que tomamos y cómo afectan no solo nuestro destino, sino también la vida de quienes nos rodean.
De las enseñanzas de Jesucristo aprendemos que cada acción cuenta, que debemos actuar con amor y consideración hacia los demás, y que, aunque no somos perfectos, debemos procurar lo justo y bueno.
2. La transformación requiere esfuerzo
En una de sus clases a los estudiantes de primer año, McGonagall advirtió:
“La transformación es una de las cosas más complejas y peligrosas que aprenderán en Hogwarts. Cualquier persona que no preste atención en la clase se deberá ir y no podrá volver. Ustedes han sido advertidos”.
Esta enseñanza es aplicable a nuestra vida espiritual. La transformación personal, a través del arrepentimiento y la conversión, es un proceso difícil y a menudo requiere nuestra atención plena y dedicación.
Los cambios más “complejos y peligrosos” son aquellos que nos desvían de la senda que el Señor nos ha señalado.
Se nos invita a ser agentes de cambio en nuestras propias vidas, trabajando diligentemente para alinearnos con los principios de Cristo.
Lo bueno es que no tenemos que hacer estos cambios para bien por nuestra cuenta, tenemos al Salvador del mundo de nuestro lado.
3. Tu potencial y naturaleza divina
En medio de la preparación para el gran baile de gala de Navidad en “Harry Potter y el cáliz de fuego”, McGonagall expresó:
“Dentro de cada chica duerme un delicado cisne anhelando emerger y retomar el vuelo… Y dentro de cada chico hay un león preparado para saltar”.
Esta perspectiva sobre el potencial de cada persona es crucial, porque todos tenemos una herencia que viene de nuestros Padres Celestiales.
Cada persona es un hijo o hija de Dios, y cada uno tiene un potencial divino que puede manifestarse a través de la fe y el esfuerzo.
De la misma manera, también debemos aprender a ver a los demás como Dios los ve y alentarlos a alcanzar su verdadero potencial, tal como McGonagall lo hizo con sus estudiantes en Hogwarts.
4. Creer en el potencial de los demás
Finalmente, cuando Neville Longbottom estaba indeciso sobre la clase que debía tomar en su sexto año, la profesora McGonagall le aconsejó perseguir sus propios talentos en lugar de las habilidades que su abuela parecía valorar.
“Ya es hora de que tu abuela aprenda a estar orgullosa del nieto que ella tiene, en lugar del que ella piensa que debería tener”.
Estamos llamados a ver a los demás a través de los ojos del amor y la compasión, reconociendo que cada persona tiene dones y talentos preciosos, así como un propósito divino.
Debemos alentar a aquellos que nos rodean a descubrir y desarrollar sus propios dones, sin importar las expectativas externas.
Gracias, Maggie, gracias McGonagall
Lamentamos la pérdida de Maggie Smith, quien le dio vida al querido personaje de Minerva McGonagall en las películas, pero sabemos que su legado siempre será recordada por los admiradores de la serie.
¡Gracias, McGonagall, por tus palabras de sabiduría!
Espero que todos aprendamos a ver la luz del evangelio en todo lo que hacemos, incluso en el mundo mágico de Harry Potter.
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