No todas las películas con héroes son de ficción. Y la nueva propuesta cinematográfica del manual misional “Predicad Mi Evangelio” lo testifica.
En un mundo dominado por las pantallas y animaciones, la organización sin fines de lucro Missionary Universe ha dado vida a una dinámica y atractiva serie de películas en inglés de 13 partes que guía a los jóvenes en su preparación misional.
Desde aprender a enseñar con el Espíritu hasta dominar el poder del Libro de Mormón, esta adaptación cinematográfica ofrecerá las herramientas y la inspiración que los jóvenes necesitan para tener éxito como misioneros.
¿El libro o la película?
Una iniciativa que, para los más tradicionales, podría resultar innecesaria, considerando que en la Iglesia ya contamos con un manual inspirado que contiene todo lo que necesita un misionero.
Sin embargo, aunque la respuesta a la pregunta “¿qué es mejor: el libro o la película?” suele ser el libro, la realidad es que más gente ve la película.
Un ejemplo sencillo: los libros de “El Señor de los Anillos” han vendido 150 millones de copias (en los últimos 50 años). Una cifra impresionante, pero incomparable con la venta de entradas para su versión cinematográfica, con números entre 500 y 750 millones de personas (en tan solo los 3 años que estuvieron en los cines).
Un escenario innegable en una generación en la que apenas el 57 % de los jóvenes se identifican como “lectores”.
Por lo tanto, este proyecto de “Universo Cinematográfico Misionero”, que contará con 13 sagas, tiene como propósito acercar a la juventud (e incluso niños o adultos fanáticos de la animación) al poder de la obra misional.
Héroes de los últimos días
Si bien el libro de Predicad Mi Evangelio es indiscutiblemente más completo y ha sido literalmente preparado mediante guía divina, se espera que al colocar este manual inspirado en un medio en el que el adolescente promedio pasa 4,8 horas al día, los jóvenes también busquen, por su propia cuenta y a mediano plazo, el manual escrito.
Pero, para que sea posible, se necesita la colaboración de todos. También la tuya.
Ya seas una maestra de seminario, asesor de jóvenes, maestro de escuela dominical, padre, madre, abuelo, abuela o incluso tía o tío, tienes muchachos en tu vida a quienes puedes ayudar a preparar.
Son una gran cantidad de jóvenes los que evitan el campo misional por temor, pero tenemos la promesa de que “si estáis preparados, no temeréis” (Doctrina y Convenios 38:30).
Al apoyarlos ahora, aunque todavía no tengan edad para servir una misión, cuando llegue el momento en que entren al campo misional, lo harán con valor y confianza en Dios y en sí mismos.
Trabajando todos juntos, podemos hacer que la próxima generación de misioneros sea la mayor fuerza que este mundo haya visto jamás.
Tú puedes ser el próximo protagonista de tu propia película. Empieza tu preparación con un solo clic:
Fuente: Called To Share