“¡Bienvenidos a la iglesia del cine!”
Con esa peculiar ironía, se presentó la nueva película de terror “Heretic” en el Festival Internacional de Cine de Toronto, donde el representante del filme ‘elogió’ a los organizadores por estrenarla un domingo.
¿Pero a qué se deben estos guiños religiosos en un filme de horror?
Pues “Heretic” destaca no solo por tener como protagonista al célebre actor Hugh Grant, sino también por la participación central de 2 misioneras de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Grant interpreta al señor Reed, un charlatán retorcido que busca controlar, degradar y cometer violencia contra las mujeres, incluidas dos misioneras, en un ataque antirreligioso.
Aunque esta producción se suma a una creciente línea de producciones de Hollywood que desdeñan lo que los creyentes consideran sagrado, “Heretic” es la primera en la que un villano engaña, atrapa y comete actos de violencia contra hermanas misioneras.
La religión, un blanco ‘fácil’
A24, el estudio que produjo la película, mostró anuncios del filme dentro del aeropuerto de Salt Lake durante la última conferencia general de la Iglesia.
Evocando los mensajes de personas desaparecidas, mostraron fotos de las mujeres que interpretan a las misioneras bajo el provocativo titular:
“¿Qué pasó con PAXTON y BARNES?”
Los inquietantes anuncios saludaban a los millones de pasajeros —y a los cientos de misioneros Santos de los Últimos Días— que viajan a través del aeropuerto.
Muchos miembros de la Iglesia objetarán “Heretic” desde las primeras escenas callejeras, cuando muestran a las jóvenes misioneras hablando groseramente sobre sexo.
Sin embargo, el momento más sacrílego se produce en la siguiente escena, cuando las hermanas se encuentran con un grupo de mujeres de su misma edad, quienes terminan subiendo la falda de una misionera para revelar sus prendas del templo.
Toda la película gira en torno a las misioneras que entran por la puerta de la casa de Reed, quien les asegura que su esposa se encuentra allí.
Ahora bien, hay que recordar que, por su seguridad, las misioneras no ingresan en una residencia sin otra mujer presente y reciben instrucciones de protección para evitar situaciones engañosas.
Un ataque planificado contra la religión
Los guionistas y directores Scott Beck y Bryan Woods reconocieron haber tomado prestadas ideas de Richard Dawkins, Christopher Hitchens, conocidos autores ateos para el desarrollo de la trama.
Incluso, durante el festival, revelaron que escribieron y conservaron las primeras escenas que involucraban a las hermanas misioneras hace una década, porque creían que eran un buen ‘gancho’ para una película.
Un ‘gancho’ al que, recientemente, se han sumado diferentes producciones comerciales.
Mientras la productora Brave está transmitiendo la quinta temporada de “Real Housewives of Salt Lake City”, Hulu recientemente renovó “La vida secreta de las esposas mormonas”. Además, el último fin de semana, Lifetime estrenó una película para TV: “Mormon Mom Gone Wrong: The Ruby Franke Story”.
Según Christopher Blythe, copresidenta de la Folklore Society of Utah, así como algunas series de televisión utilizan escenas de sexo en los primeros episodios para atrapar a la audiencia, algunos productores y directores utilizan a los Santos de los Últimos Días como un extraño atractivo.
“Los ‘mormones’ se han convertido en un gran atractivo para los medios de comunicación tradicionales, porque la gente siente curiosidad… La gente va a venir a aprender un poco sobre los ‘mormones’, pero en realidad van a escuchar un montón de cosas sobre las creencias conservadoras en general”.
Una situación que ha conducido a que muchos miembros de la Iglesia sientan que su fe es a menudo ridiculizada en la cultura popular.
Así lo refleja un estudio reciente de More in Common, donde se asegura que el 60% de los Santos de los Últimos Días dicen que los programas de televisión y las películas los retratan de manera desfavorable.
Cómo producir contenidos religiosos
Diane Winston, titular de la Cátedra de Medios y Religión del Centro Knight en la Universidad del Sur de California, explicó que algunos cineastas hacen un trabajo reflexivo al crear personajes que retratan el papel positivo que la fe religiosa desempeña.
“Aunque hoy vemos muchos ejemplos de por qué la religión puede ser problemática, creo que para muchas más personas, la religión es algo que brinda consuelo, que brinda una sensación de trascendencia, de que vale la pena vivir la vida y de que todos somos bendecidos por tener esta experiencia”.
En el mejor de los casos, la religión plantea preguntas profundas que deberían conducir a una gran producción cinematográfica.
“¿Cómo llevamos una buena vida? ¿Qué significa ser una persona moral? ¿Cómo demostramos nuestro amor? ¿Cómo mostramos gratitud por lo que tenemos? ¿Cuál es nuestro significado?”, fueron algunos de los ejemplos que mencionó.
Sin embargo, considera que —para algunos directores y guionistas— este trabajo introspectivo puede resultar incómodo:
“Hasta cierto punto, son preguntas que probablemente mucha gente no quiere abordar, porque a nadie le gusta tener que rendir cuentas de cómo gasta su tiempo, porque todos pensamos que vamos a vivir para siempre”.
Por su parte, Josh Good, miembro de Faith in Media Initiative, sugirió una escena de la serie de Netflix “Beef” como ejemplo de una representación que captura la importancia que tiene la religión en muchas vidas.
¿Qué ha dicho la Iglesia sobre “Heretic”?
“Como muchas producciones de Hollywood, esta es una obra de ficción y no está basada en hechos reales”, dijo el portavoz de la Iglesia, Doug Andersen, en una declaración para Deseret News. Agregó:
“Retrata el trato gráficamente violento hacia las mujeres, incluidas las personas de fe y las que brindan servicio voluntario. [Esta] narrativa va en contra de la seguridad y el bienestar de nuestras comunidades”.
Andersen dijo que la iglesia tiene cerca de 80,000 misioneros que sirven en todo el mundo y que les proporciona un programa exhaustivo de capacitación en protección física y emocional.
“Nuestro compromiso es fomentar una cultura de respeto, empoderamiento y seguridad para todas las personas”, agregó.
Los miembros de la Iglesia no pretendemos censurar ni limitar de ninguna manera la libertad creativa de la industria cinematográfica.
Tan solo pedimos que se retrate a nuestra comunidad —y a cualquier comunidad— con respeto y autenticidad. Y que el séptimo arte sea fiel a sus principios de tolerancia y dignidad que le ha permitido interpelar a cientos de millones de personas con su excepcional talento.
Fuente: Deseret News
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