Sir Anthony Hopkins, reconocido actor galés y ganador de dos premios Óscar, es célebre por su versatilidad en la pantalla. Sin embargo, más allá de su carrera actoral, su vida personal ha experimentado una transformación profunda: de un ateísmo declarado a una fe en Jesucristo que ha redefinido su existencia.
Según Pure Flix , en sus primeros años, Hopkins se identificaba como ateo, influenciado por un entorno familiar donde su padre era ateo y su madre agnóstica. Esta perspectiva lo llevó a una vida sin prácticas religiosas y, eventualmente, a enfrentar una lucha intensa contra el alcoholismo.
En 1975, durante una reunión de Alcohólicos Anónimos, una mujer le planteó una pregunta que cambiaría su vida: “¿Por qué no confías simplemente en Dios?”. Esta interrogante lo llevó a reflexionar profundamente y a considerar la posibilidad de una fuerza superior.
Hopkins describe este momento como un “bingo”, una revelación que lo liberó de su adicción al alcohol. Desde entonces, ha hablado abiertamente sobre su fe, afirmando: “Sí, lo creo. Lo creo”, afirma BibliaTodo
A pesar de haber interpretado personajes malvados, Hopkins vive su vida con Cristo en su corazón. Anteriormente ateo, ahora siente compasión por quienes no creen, comparando esa existencia con “vivir en una celda cerrada sin ventanas”.
Tal como lo informa Christian Daily, la transformación espiritual de Hopkins no solo ha influido en su vida personal, sino también en su carrera. En 2024, protagonizó la epopeya bíblica ‘María’, interpretando a Herodes, una producción que refleja su interés por proyectos con trasfondo espiritual.
La historia de Anthony Hopkins es un testimonio poderoso de cómo la fe puede transformar vidas, ofreciendo esperanza y propósito incluso en los momentos más oscuros.