Tres regalos de Navidad que no cuestan nada y lo significan todo

El domingo 8 de diciembre, durante el Devocional de Navidad de la Primera Presidencia, el élder S. Mark Palmer, de la Presidencia de los Setenta, compartió un maravilloso mensaje sobre el verdadero significado de la Navidad.

El élder Palmer destacó tres regalos que, aunque no tienen un costo material, traen consigo un gozo verdadero y duradero: el testimonio, el perdón y el amor semejante al de Cristo.

Puede ser un dibujo de 1 persona y texto que dice "de on Devocional* Navidad. DLCIEMBRE2024 DLCIEMBRE 2024 masfe. masfe.org org Cuando celebren esta Navidad los invito a: 1. Compartir su testimonio con su familia y seres queridos. 2. Perdonar alguien los haya tratado mai a que 3. Ayuden a otros a sentir el amor de Dios a través de ustedes. S. Mark Palmer"

El regalo del testimonio

El élder Palmer destacó que el testimonio es un don personal, una expresión sincera de nuestra alma que, al compartirse, puede tener un impacto poderoso.

Devocional de Navidad de la Primera Presidencia en el Centro de Conferencias de Salt Lake City el domingo 8 de diciembre de 2024. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Recordó un momento especial en una noche de hogar familiar cuando decidió compartir su testimonio con sus hijos.

“Después de compartir mi testimonio, nuestra dulce hija Chelsea, probablemente de 16 años en ese entonces, me dijo con ojos muy abiertos: ‘Papá, nunca antes había escuchado tu testimonio’”.

Aunque ella lo había oído hablar en la Iglesia y en casa, en ese instante lo sintió de una manera diferente. Esta experiencia le enseñó que el testimonio, cuando se expresa con sinceridad, tiene el poder de tocar corazones y fortalecer la fe.

Más valioso que el oro, el incienso o la mirra, el testimonio de Jesucristo como nuestro Salvador es el centro de todo lo que celebramos en Navidad.

El regalo del perdón

Los invitados se preparan para asistir al Devocional de Navidad de la Primera Presidencia el domingo 8 de diciembre de 2024, en el Centro de Conferencias de Salt Lake City.
Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

El perdón, el segundo regalo, libera tanto a quien perdona como a quien es perdonado. Citando las palabras del Señor, “De vosotros se requiere perdonar a todos los hombres” (Doctrina y Convenios 64:10), el élder Palmer resaltó cómo el perdón nos libera del veneno del rencor y la amargura.

Compartió la historia de Sandile Makasi, quien creció con sentimientos de odio tras la trágica muerte de su padre a manos de la policía durante el apartheid (la segregación racial) en Sudáfrica.

Al encontrar el evangelio restaurado, sin embargo, Sandile entendió que debía perdonar para poder progresar espiritualmente.

A través de la oración y la ayuda divina, logró reemplazar el odio con amor, la oscuridad con luz, y la amargura con paz.

El élder Palmer enseñó que el perdón no solo es un regalo para los demás, sino también para uno mismo, ya que trae sanación y esperanza.

“Al perdonar a los demás de manera libre y sincera, nos liberamos del veneno de la amargura, el juicio o la venganza”.

El regalo del amor semejante al de Cristo

El élder S. Mark Palmer, Setenta Autoridad General, durante el Devocional de Navidad de la Primera Presidencia en el Centro de Conferencias de Salt Lake City el domingo 8 de diciembre de 2024. Créditos: Brice Tucker, Deseret News

El amor semejante al de Cristo, el tercer regalo, es una expresión tangible del amor de Dios hacia los demás. Este tipo de amor, demostrado en palabras y acciones, tiene el poder de ablandar corazones y transformar vidas.

El élder Palmer relató la experiencia de un joven llamado Michael, cuya vida cambió después de ser enseñado por los misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Una simple frase que los misioneros le dijeron al final de una llamada telefónica —“Te queremos, Michael”— lo motivó a compartir ese amor con su madre.

Este acto de amor genuino no solo fortaleció su relación familiar, sino que también reflejó el cambio que el evangelio había traído a su vida.

El élder Palmer explicó:

“Cuando las personas sienten el amor de Dios a través de nosotros, sus corazones se suavizan, y eso crea el deseo de compartir ese regalo de amor con los demás”.

El regalo más grande de todos

El regalo más grande de todos. Arte: Gerard van Honthorst, Adoration of the Shepherds

El mensaje concluyó con un recordatorio de que todos estos regalos —testimonio, perdón y amor— son posibles gracias al mayor regalo que hemos recibido: la Expiación de Jesucristo.

Por Su sacrificio infinito, podemos alcanzar la vida eterna y regresar a la presencia de nuestro Padre Celestial.

En esta temporada de Navidad, recordemos que los regalos más valiosos no son materiales, sino aquellos que elevan, sanan y fortalecen.

Siguiendo el ejemplo de Jesucristo, podemos dar a otros lo que realmente importa: nuestro testimonio, nuestro perdón y nuestro amor semejante al de Cristo.

Fuente: Church News

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