Reducir los horarios ocupados de las fiestas no siempre es posible. Pero incluso en medio del ajetreo previo a la Navidad, podemos mantener a Cristo en el centro. Kristen McQuivey, invitada en el podcast Magnify, nos explica cómo hacerlo.
1. Cambia tu mentalidad, no tu lista de tareas
Incluso en medio del ajetreo previo a la Navidad, podemos mantener a Cristo en el centro. Imagen: Adobe Stock
Kristen repite la frase “Solo Jesús” durante las fiestas para mantener su enfoque. Kristen comenta:
“Mi lista física de cosas por hacer no ha cambiado, lo que cambia es mi mentalidad”.
Ser un poco intencional al llevar al Salvador a sus pensamientos significa que Su paz prevalece sobre las distracciones del mundo que podrían dominar la temporada navideña. Además ella comparte:
“La Navidad es una oportunidad para intentar reiniciar dónde están nuestros pensamientos y nuestros corazones. Se trata de hacer nuestras actividades ‘con pleno propósito de corazón y con pensamientos de alegría y gratitud por Jesús mientras lo hacemos’”.
2. Da regalos de conexión, no de consumo
Usar nuestro tiempo, talentos y energía para darnos a nosotros mismos es una forma de mantener a Cristo en el centro de nuestros corazones. Imagen: Shutterstock
Dar regalos es una parte alegre e incluso cristiana de la temporada. Pero puede convertirse fácilmente en una distracción comercializada. Para mantener a Cristo en el centro de nuestros intercambios de regalos, Kristen recomienda enfocarse en la conexión en lugar del consumo al comprar y dar a los demás.
Usar nuestro tiempo, talentos y energía para darnos a nosotros mismos es una forma de mantener a Cristo en el centro de nuestros corazones. Kristen comenta:
“La Navidad es una hermosa oportunidad para buscar Su luz y para tener oportunidades de compartir esa luz de maneras realmente simples pero poderosas”.
Cuando vemos nuestro dar como una forma de conectar y compartir luz con los demás, elegimos recordar el sacrificio de nuestro Salvador, quien dio Su vida por cada uno de nosotros.
3. Pon a Cristo en el calendario
Otra forma de dedicar tiempo intencional a Cristo es agregarlo físicamente (o digitalmente) a nuestro calendario. Imagen: Angel Studio
Otra forma de dedicar tiempo intencional a Cristo es agregarlo físicamente (o digitalmente) a nuestro calendario. Puedes hacerlo programando tiempo para escuchar El Mesías de Händel durante la Navidad. Programar una sesión en el templo es otra manera de crear tiempo con propósito para recordarlo en las fiestas.
También puedes programar actividades más cortas, como leer una página de un libro navideño o enviar un mensaje amable a un amigo.
4. Recuerda las realidades alegres
A través de Él, nuestras pequeñas alegrías se multiplican y amplifican en una alegría grande y duradera. Imagen: Unsplash
La Navidad puede ser nuestro recordatorio más importante de nuestro Salvador, quien es nuestra verdadera alegría. A través de Él, nuestras pequeñas alegrías se multiplican y amplifican en una alegría grande y duradera. El presidente Jeffrey R. Holland dijo:
“El verdadero significado, el único y gozoso significado del nacimiento de este bebé no se limitó a esas primeras horas en Belén, sino que se realizaría en la vida que llevaría y en Su muerte, en Su triunfo expiatorio … y en Su resurrección que rompió las cadenas de la prisión. Estas son las realidades que hacen que la Navidad sea gozosa”.
Cuando el agobio aumenta y la luz de la temporada parece atenuarse, podemos recordar que Jesús puede hacer nuestras fiestas alegres y que Él es nuestra alegría. Recordarlo de maneras simples mantendrá la alegría de Su amor y sacrificio con nosotros siempre y nos recordará que nuestros esfuerzos son suficientes.
Fuente: LDS Living
