Imagina un mundo sin GPS, televisión por satélite o pronósticos meteorológicos precisos. La Era Espacial no solo nos ha dado tecnología avanzada, sino que ha revolucionado la vida diaria.
Pero, detrás de cada avance hay mentes brillantes que enfrentan desafíos complejos para llevar sistemas al espacio. Entre esas mentes, un equipo de Santos de los Últimos Días de la Universidad Brigham Young (BYU) está marcando la diferencia.
Inspirados en el arte antiguo del origami, el laboratorio de investigación de Mecanismos Compliant de BYU está creando soluciones innovadoras para la NASA. ¿Cómo? Diseñando antenas y telescopios plegables que pueden viajar al espacio de manera compacta y luego desplegarse automáticamente para operar con eficiencia.
Este proyecto, liderado por los profesores Larry Howell y Spencer Magleby, promete transformar los sistemas satelitales y facilitar nuevas misiones espaciales. Créditos: Matthew Norton, BYU Foto
El arte de lo compacto: Ingeniería con propósito celestial
El equipo de BYU ha pasado más de cinco años perfeccionando estos diseños plegables, inspirándose en patrones de origami. Usando materiales avanzados, han desarrollado una antena que se pliega como un cubo extremadamente compacto. Esta estructura se despliega automáticamente en el espacio, gracias a un mecanismo tenso como un resorte, que no requiere energía para abrirse.
“La antena está lista para funcionar en cualquier momento. Es un sistema que combina simplicidad y sofisticación,” explicó el profesor Magleby.
Este diseño no solo es práctico, sino también una muestra de cómo la inspiración puede venir de cualquier lugar, incluso del arte.
Como señala Magleby, “Mientras miro el trabajo de personas en el origami, pienso que de alguna manera han sido inspiradas para crear algo que ahora usamos para resolver problemas complejos”.
Fe, ciencia y trabajo en equipo
El proyecto es una “secuencia de pequeñas inspiraciones que llevaron a innovaciones”
El proyecto ha reunido a profesores, investigadores y estudiantes, incluyendo a la asistente de investigación Katie Varela. Ella destaca cómo el entorno colaborativo e inclusivo del laboratorio refleja valores como el apoyo mutuo y el trabajo en equipo, fundamentales en su fe como Santos de los Últimos Días.
“Me encanta trabajar aquí. Es un ambiente donde las ideas fluyen libremente, y no hay temor de compartir algo nuevo”, dijo Varela.
También resaltó cómo las mujeres ingenieras son una parte clave del equipo, contribuyendo con perspectivas únicas.
Créditos: Matthew Norton, BYU Foto
Más allá de la tecnología, el equipo reconoce la importancia de los valores espirituales. Magleby compartió cómo las inspiraciones espirituales y la guía del Espíritu Santo han sido esenciales en cada etapa del proyecto.
Impacto más allá de la Tierra
La investigación de BYU no solo está impactando a la NASA y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, sino que también está transformando a los estudiantes que participan. Para Magleby, el verdadero logro no es solo la antena, sino cómo los estudiantes expanden su pensamiento y se preparan para resolver problemas del mundo real.
Los sistemas de antenas plegables pueden desplegar cohetes espaciales y abrirse permanentemente para mejorar los sistemas satelitales. Créditos: Matthew Norton, BYU Foto
El equipo está finalizando los prototipos para presentarlos a agencias espaciales. Estos sistemas prometen hacer que las misiones espaciales sean más eficientes, pero también nos recuerdan algo fundamental: cuando la fe y la ciencia se unen, las posibilidades son infinitas.
Innovación con propósito eterno
Este proyecto es un ejemplo poderoso de cómo los Santos de los Últimos Días combinan su fe con la búsqueda del conocimiento. Al trabajar con dedicación, valores firmes e inspiración divina, están ayudando a que la humanidad llegue más lejos, literalmente, hacia las estrellas.
Porque, al final, ya sea en el espacio o en la Tierra, los verdaderos logros son aquellos que reflejan el potencial divino que hay en cada uno de nosotros.
Fuente: latterdaysaintmag.com
