“El Señor sabía que necesitábamos fortalecernos en lo más básico del Evangelio… y eso sigue siendo lo más importante.” —Rubén Morresi, Ushuaia

Un 25 de diciembre de 1925, en un parque de Buenos Aires, el élder Melvin J. Ballard se arrodilló para ofrecer una oración que cambiaría la historia espiritual de un continente. Dedicó Sudamérica para la predicación del Evangelio de Jesucristo. Y profetizó:

“La Iglesia crecerá como un roble, lentamente desde una bellota”.

Hoy, 100 años después, Argentina —esa tierra donde se plantó la primera semilla— se alza como un bosque de fe, con templos, generaciones de miembros fieles y milagros que siguen ocurriendo en cada rincón del país.

Un marcador conmemora una oración ofrecida por el élder Melvin J. Ballard en 1925 en Argentina.
Un marcador conmemorativo honra la oración que el élder Melvin J. Ballard ofreció en 1925, al dedicar América del Sur para la predicación del Evangelio. Se encuentra en el Parque Tres de Febrero, en Buenos Aires, Argentina, y está ubicado en los jardines del Museo Sívori. Fotografía: Kristin Murphy, Deseret News

Desde Buenos Aires… hasta el fin del mundo

Imagen: Canva

En 1988, Rubén Morresi se mudó a Ushuaia, conocida como “el fin del mundo”, en Tierra del Fuego. En ese entonces, solo había una pequeña rama con 15 a 20 personas que se reunían en una casa alquilada a 120 km por caminos de montaña.

Con frío, nieve y niños pequeños a cuestas, las familias llegaban al lugar de reunión con sacrificio y fe.

“Fue un tiempo de gran crecimiento espiritual. Éramos pocas familias, pero nos volvimos muy fuertes”, recuerda Rubén, quien fue el primer presidente del Distrito Tierra del Fuego en 1990.

Ese distrito se convirtió en estaca en 2019, y es hoy la estaca más austral del mundo. A lo largo de los años, autoridades generales —como el élder Gary E. Stevenson— han visitado el lugar, testificando de la fe sencilla de los Santos en esa zona remota.

La presidencia del Distrito de la Tierra del Fuego en Argentina el día de la creación del distrito, 27 de julio de 1989. El presidente Rubén Alberto Morresi, centro, y Gustavo Romeu y Domingo González, consejeros.
La presidencia del Distrito de Tierra del Fuego en Argentina el día de la creación del distrito, 27 de julio de 1989. El presidente Rubén Alberto Morresi, centro, y Gustavo Romeu y Domingo González, consejeros. Imagen proporcionada por Rubén Morresi

Estela Mahr: una vida de fe desde 1948

Estela tenía 5 años cuando su madre conoció a los misioneros en 1947. Fue bautizada en 1948 y creció con lecciones del Evangelio en su casa.

En 1965, Estela y su esposo Aldo viajaron desde Argentina hasta el Templo de Mesa, Arizona, el único entonces con ordenanzas en español, para ser sellados. Ese mismo año asistieron a la conferencia general y conocieron al presidente David O. McKay.

Aldo y Estela Mahr se toman una foto con misioneros durante su misión en Córdoba, Argentina, alrededor de 2012. Aldo Mahr también fue llamado para ser el presidente de la sucursal de Dean Funes en el distrito de Punilla Argentina en ese momento.
Aldo y Estela Mahr se toman una foto con misioneros durante su misión en Córdoba, Argentina, alrededor de 2012. Imagen proporcionada por Estela Mahr

Sus hijos y nietos han servido como misioneros en toda Sudamérica, y ella misma fue obrera del Templo de Buenos Aires por 30 años. Aldo fue sellador por 16 años. Luego, sirvieron como misioneros mayores en Córdoba, donde él fue presidente de rama.

“Vimos la mano del Señor dándonos fuerza física y espiritual. He visto cumplida la profecía del élder Ballard. Y como dijo el presidente Nelson: ‘Lo mejor está por venir’”.

Betty Muni: “Supimos desde el primer día”

Betty fue bautizada junto a su familia en 1963, apenas una semana después de que los misioneros tocaran su puerta.

“Recibimos nuestro testimonio desde el primer día. Fue el Señor quien tocó nuestros corazones”.

Conoció a su esposo, Guillermo Muni, en la Iglesia. Él había sido bautizado con su familia en los años 40. Tras casarse, ahorraron para viajar al Templo de São Paulo, Brasil, donde fueron sellados en 1978. Fue un viaje largo en bus, lleno de sacrificio y fe.

“Trabajamos mucho para tener una capilla, luego un centro de estaca, después viajar al templo… y luego tener nuestro propio templo. Todo tomó tiempo, pero ver ese crecimiento fue maravilloso”.

Los miembros de la sucursal de Río Grande se reúnen en Río Grande, Argentina, en una pequeña capilla de madera en 1980.
Los miembros del barrio Río Grande se reúnen en Río Grande, Argentina, en una pequeña capilla de madera en 1980. Imagen proporcionada por Rubén Morresi

¿Qué tan lejos ha llegado la profecía?

Hoy, según datos oficiales de ChurchofJesusChrist.org, Argentina cuenta con:

  • Más de 491,000 miembros
  • 732 congregaciones
  • 14 misiones
  • 4 templos dedicados: Buenos Aires, Córdoba, Salta y Mendoza
  • 3 templos más anunciados o en construcción: Rosario, un segundo en Buenos Aires y Bahía Blanca

Líderes argentinos al servicio mundial

Argentina ha sido cuna de líderes excepcionales que han llevado su fe más allá de sus fronteras:

  • El élder Ángel Abrea, primer Autoridad General sudamericana, llamado al Primer Cuórum de los Setenta en 1981.
  • Las autoridades generales actuales: élderes Rubén V. Alliaud, Joaquín E. Costa, Eduardo F. Ortega y Alan R. Walker.
  • La hermana Andrea Muñoz Spannaus, miembro actual de la presidencia general de las Mujeres Jóvenes.
  • La hermana Cristina B. Franco, quien sirvió en la presidencia general de la Primaria (2017–2021).

Un vistazo histórico

Entre los hitos más importantes de la Iglesia en Argentina se encuentran:

  • 1923: Las familias Friedrichs y Hoppe comienzan reuniones en sus hogares en Buenos Aires.
  • 25 de diciembre de 1925: El élder Melvin J. Ballard dedica Sudamérica para la predicación del Evangelio.
  • 1966: Se organiza la primera estaca de habla hispana en Sudamérica.
  • 1986: Dedicación del Templo de Buenos Aires.
  • 2019: Se crea la estaca Tierra del Fuego.
  • 2024: Se dedican los templos de Salta y Mendoza.
  • 2025: Se cumplen 100 años de la dedicación de Sudamérica.

“El roble sigue creciendo”

Rubén Morresi, desde el sur del país, lo resume así:

“La obra del Señor seguirá creciendo. Con nosotros, con nuestros hijos, con nuestros nietos. Seguramente, tiempos maravillosos están por venir”.

Porque como testificó élder Ballard hace 100 años, lo que empezó como una bellota… hoy ya es un roble firme y frondoso.

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