El proyecto de la Traducción de la Biblia (hoy conocida como la Traducción de José Smith o TJS) fue mucho más que un trabajo de edición; este fue un disparador de revelación, una especie de antena espiritual que abrió la puerta a verdades profundas que hoy encontramos en Doctrina y Convenios.

La traducción que impulsó la revelación

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Entre junio de 1830 y julio de 1833, el profeta José Smith dedicó gran parte de su tiempo a traducir las Escrituras. Lo curioso es que, según estudiosos como Kent P. Jackson, más de la mitad de las secciones de Doctrina y Convenios fueron recibidas en ese mismo período, lo cual no es coincidencia.

Como explicó el erudito Robert J. Matthews, muchas revelaciones solo se entienden por completo cuando uno conoce lo que José estaba traduciendo en ese momento. Es decir, el Espíritu no solo lo guiaba a cambiar palabras o aclarar versículos, sino que aprovechaba ese proceso para enseñarle nuevas doctrinas.

Preguntas y revelación

Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Una de las revelaciones más memorables e importantes en esta dispensación sobre los reinos de gloria ocurrió precisamente porque la traducción revelada de José sobre Juan 5:29 hizo que José y Sidney se asombraran y reflexionaran sobre lo que acababan de aprender (Doctrina y Convenios 76:18–19).

«Y los que hicieron el bien saldrán a resurrección de vida, mas los que hicieron el mal, a resurrección de condenación».

Aquella llegó a ser una de las visiones más importantes dentro de la doctrina de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Lo mismo pasó con otras secciones, como Doctrina y Convenios 77, que responde preguntas sobre el libro de Apocalipsis, o Doctrina y Convenios 86, que amplía la parábola del trigo y la cizaña.

mandamientos
Imagen: Canva

El Señor respondía toda duda que surgía mientras traducían con nuevas revelaciones. 

A lo largo de las revelaciones de José, también podemos encontrar «información que regulaba y daba instrucción sobre la Traducción de José Smith, dirección sobre cuándo comenzar, cuándo hacer una pausa, quién debe ser el escriba, y qué partes de la Biblia traducir a continuación, así como exhortaciones a moverse más rápidamente y hacer planes para la publicación».

Por supuesto, José no hacía este trabajo por su cuenta. Personas como Sidney Rigdon, John Whitmer y Frederick G. Williams fueron llamados específicamente para ser sus escribas.

Además, el Señor dejó claro que este esfuerzo no era opcional. En Doctrina y Convenios 93:53 se enseña:

«Y de cierto os digo, es mi voluntad que os deis prisa para traducir mis Escrituras y para adquirir un conocimiento de la historia, y de los países y de los reinos, y de las leyes de Dios y de los  hombres, y todo esto para la salvación de Sion. Amén».

Más luz y conocimiento

libro de mormón; josé smith
Imagen: The Salt Lake Tribune

Muchas de las enseñanzas que practicamos hoy en día fueron reveladas por primera vez mientras se trabajaba en la Traducción de José Smith. Aquí van algunos ejemplos:

  • La edad de responsabilidad (8 años) aparece primero en Génesis 17:11, TJS, mucho antes que en D. y C. 68.
  • La doctrina sobre los dos sacerdocios (Melquisedec y Aarónico) fue enseñada mientras se traducía Éxodo 34, justo cuando también se recibió Doctrina y Convenios 84.
  • El concepto de Sion y la ley de consagración se desarrollaron después de traducir sobre Enoc y su ciudad en Moisés 6–7 (parte de la TJS de Génesis).
  • Incluso temas delicados como el matrimonio plural surgieron cuando José estaba traduciendo pasajes sobre Abraham y Sara.

¿Por qué es relevante para nuestros días?

Seminario
Imagen: Masfe.org

Comprender que la Traducción de José Smith fue la base de muchas revelaciones modernas nos ayuda a ver que Doctrina y Convenios no es un libro desconectado del Evangelio, sino que relaciona directamente con el Nuevo y Antiguo Testamento, así como el Libro de Mormón.

Asimismo, nos ayuda a comprender que había un proceso de revelación de por medio y que las ideas no caían del cielo o eran generadas al azar. Este proceso también requería que el profeta pudiera aprender, preguntar y recibir inspiración para guiar a la Iglesia del Señor.

La TJS y Doctrina y Convenios no son dos cosas separadas. Son como bloques entrelazados de una misma estructura doctrinal. Y como el mismo Señor enseñó:

«He aquí, soy Dios, y lo he declarado; estos mandamientos son míos, y se dieron a mis siervos en su debilidad, según su manera de hablar, para que alcanzasen entendimiento» – Doctrina y Convenios 1:24

José se familiarizaba con la Biblia, y el Señor usaba eso para revelarle doctrinas que restaurarían verdades perdidas. Fue un proceso natural, progresivo y profundo. Y gracias a eso, nosotros hoy tenemos acceso a luz pura.

La próxima vez que leas Doctrina y Convenios, piensa en qué parte de la Biblia estaba traduciendo José en ese momento. Tal vez eso te dé una nueva perspectiva y también te ayude a recibir tus propias respuestas.

Fuente: Meridian Magazine 

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