Nota del editor: Este no es un reconocimiento común. Es un homenaje a quienes han creído en la paz, la empatía y el poder de escuchar.
Siete miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Canadá fueron recientemente galardonados con la Medalla de la Coronación del Rey Carlos III. ¿La razón? Su compromiso incansable con el diálogo interreligioso y la colaboración entre comunidades de fe en todo el país.
El Gobierno de Canadá otorgó esta medalla a ciudadanos que han hecho contribuciones significativas a la nación, y en este caso, lo hizo junto con el Canadian Interfaith Conversation (CIC), un organismo que promueve la armonía religiosa en la sociedad canadiense.
Fe que une, no que divide
Desde participar en eventos interreligiosos hasta liderar proyectos de servicio comunitario y redactar manuales para educadores sobre diversidad de creencias, estos Santos de los Últimos Días han demostrado que el Evangelio de Jesucristo también se vive tendiendo puentes.

Por ejemplo, Sandra Pallin, directora nacional de comunicación de la Iglesia en Canadá, lleva una década trabajando en el comité ejecutivo del CIC. Ella explica que “eventos como la conferencia Our Whole Society son puntos de partida esenciales para construir entendimiento y encontrar terreno común en la sociedad”.
El servicio como lenguaje común
En Calgary, Dalton Harding impulsó la creación del Calgary Interfaith Council y ha organizado veladas musicales, debates sobre textos sagrados y proyectos de servicio, como preparar cientos de emparedados para personas sin hogar. Todo, junto a personas de diferentes religiones.
Chantelle McMullen, en Edmonton, organiza cada año la conferencia “Libertad religiosa: una conversación comunitaria” y también ha liderado la campaña de recolección de alimentos más grande de la ciudad, con la participación de múltiples iglesias y organizaciones de ayuda.

Fe, educación y defensa de derechos
Desde la costa oeste, Sherry Marceil y Neil McKenzie han abogado por políticas públicas que reconozcan la importancia de la fe en la vida social. Uno de sus proyectos más importantes fue el desarrollo de un manual multirreligioso para maestros de Columbia Británica.
Respeto y sabiduría indígena

El profesor John Borrows, miembro de la Nación Chippewa de Nawash, comparte cómo su fe indígena y su participación en la Victoria Multifaith Society le han permitido ver su espiritualidad desde una nueva luz. “La vida está en su punto más pleno cuando somos suaves y tranquilos”, afirma.
Más parecidos de lo que creemos

Janet MacLennan, en Halifax, resume su experiencia interreligiosa en una palabra: amistad. Ha compartido su hogar con personas de distintas creencias, y ha descubierto que “si vivimos nuestra fe con integridad, nuestras similitudes superan por mucho nuestras diferencias”.
¿Por qué esto importa?
El presidente Russell M. Nelson enseñó en el Parlamento de las Religiones del Mundo en 1993:
“Cada fe tiene algo loable. Mantener la integridad de nuestras creencias y al mismo tiempo tolerar las de otros es esencial para una sociedad pluralista”.
Y como dijo el profeta José Smith:
“Reclamamos el derecho de adorar a Dios Todopoderoso según los dictados de nuestra conciencia, y permitimos a todos los hombres el mismo privilegio: que adoren cómo, dónde o lo que deseen”.
¿Y tú?
Si alguna vez te has preguntado cómo acercarte a personas de otra fe, empieza con una conversación. Haz una pregunta, escucha con respeto, ofrece tu amistad. En un mundo dividido, el verdadero discipulado une.
Fuente: news-ca.churchofjesuschrist.org



