Un 25 de diciembre de 1925, un apóstol se arrodilló en Buenos Aires y dedicó toda Sudamérica para la predicación del Evangelio.
Hoy, un siglo después, más de 4 millones de Santos de los Últimos Días son el testimonio viviente de que esa oración fue escuchada.
La profecía que floreció con poder
En julio de 1926, el élder Melvin J. Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles, profetizó lo que vendría:
“El crecimiento será como el de un roble que surge lentamente desde una bellota, pero el día llegará en que este trabajo será poderoso y grande”.
Y así ha sido. Lo que comenzó con una oración en un parque y unas palabras de fe, hoy se extiende con raíces profundas en 13 naciones de Sudamérica.

El verdadero monumento: La fe de los Santos de los Últimos Días
En Buenos Aires hay dos monumentos de piedra que conmemoran esa dedicación y esa profecía.
Pero los verdaderos monumentos están vivos.
Son los casi 4.4 millones de miembros, las más de 100 misiones, las 734 estacas y los 61 templos dedicados, en construcción o anunciados en este lado del continente.
Sudamérica, país por país
Te presentamos el fruto de un siglo de crecimiento — país por país:
Argentina 🇦🇷
481,518 miembros | 80 estacas | 14 misiones | 7 templos
Bolivia 🇧🇴
225,140 miembros | 33 estacas | 6 misiones | 3 templos
Brasil 🇧🇷
1,494,571 miembros | 287 estacas | 37 misiones | 24 templos
Chile 🇨🇱
607,585 miembros | 80 estacas | 11 misiones | 6 templos
Colombia 🇨🇴
215,331 miembros | 32 estacas | 5 misiones | 4 templos
Ecuador 🇪🇨
264,802 miembros | 44 estacas | 7 misiones | 2 templos
Paraguay 🇵🇾
100,121 miembros | 11 estacas | 2 misiones | 1 templo
Perú 🇵🇪
637,180 miembros | 117 estacas | 15 misiones | 10 templos
Uruguay 🇺🇾
108,060 miembros | 18 estacas | 2 misiones | 2 templos
Venezuela 🇻🇪
176,623 miembros | 33 estacas | 4 misiones | 2 templos
Guyana 🇬🇾
6,834 miembros | 1 misión
Surinam 🇸🇷
1,848 miembros | 6 congregaciones
Guayana Francesa 🇫🇷
507 miembros
Más que números, una obra divina
Cada estaca representa barrios enteros edificados en la fe.
Cada templo representa hogares unidos por la eternidad.
Cada misionero representa una voz que continúa la oración del élder Ballard.
¿Y ahora qué?
Hoy no solo celebramos el pasado. Celebramos el presente vibrante de la Iglesia en Sudamérica. Y, sobre todo, celebramos el futuro prometedor que aún se está escribiendo — uno donde los miembros siguen siendo “el roble que crece”.
¿Te emociona formar parte de esta historia?
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Hoy somos los frutos de esa profecía. Mañana, seremos las raíces para generaciones futuras.
Fuente: Church News



