¿Cómo liderar cuando el enfoque está en los jóvenes? James Fletcher, obispo en Springville, Utah, ha aprendido que los adolescentes no solo necesitan guía y apoyo, también responden bien cuando se les pide más. En una entrevista con Leading Saints, compartió ideas interesantes que pueden inspirar a líderes, padres y maestros del Evangelio.

Poner a los jóvenes en el centro

Cuando fue llamado como obispo, James recibió un consejo claro: 

Enfócate en los jóvenes, deja que los demás líderes se encarguen de los adultos. Aunque al principio no fue fácil, esa decisión terminó marcando una gran diferencia.

James no es nuevo en el trabajo con adolescentes. Fundó la organización Young Investors Society, que enseña principios de inversión y finanzas a estudiantes de secundaria en más de 80 países. A través de esa experiencia, entendió que los jóvenes se motivan cuando sienten que se espera algo real de ellos.

Imagen: Young Investors Society

¿Y si les pedimos más?

James descubrió que los jóvenes no se alejan por tener muchas reglas o expectativas altas. Al contrario: cuando se sienten retados y acompañados, crecen y se comprometen más. La clave está en combinar dos cosas: expectativas claras y apoyo constante.

Si bajas el estándar para que ‘no se aburran’, terminan desconectándose. Pero si subes el nivel y los ayudas a llegar, ellos responden. Se sienten vistos, valiosos y capaces.

Una de sus estrategias es crear experiencias que sean activas, retadoras y con propósito. En lugar de limitarse a dar mensajes o lecciones, busca maneras de involucrar a los jóvenes de verdad con actividades prácticas, proyectos, discusiones sinceras.

hombres jóvenes; mujeres jóvenes, devocional; juventudImagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

James cree que el aprendizaje debe ser una experiencia, no una presentación. Y eso también aplica al Evangelio. Cuando los jóvenes participan, preguntan, resuelven problemas y sienten que sus ideas importan, el interés por las cosas espirituales también crece.

Mentores, no sólo líderes

Uno de los momentos más significativos para James fue acompañar a un joven llamado Zach. No fue una conversación o una charla lo que hizo la diferencia, sino el tiempo, la escucha y la relación constante. Como líder, descubrió que su papel no era “enseñar” todo el tiempo, sino acompañar. Este enfoque se repite en todo lo que hace: en la Iglesia, en su trabajo con jóvenes inversores y en su vida familiar. Más que posiciones de autoridad, los jóvenes necesitan modelos cercanos y reales.

Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Para James, amar a los jóvenes no significa tratarlos con condescendencia ni sobreprotegerlos. Es querer su progreso, acompañarlos con honestidad y darles responsabilidades de verdad. Amar significa confiar en su capacidad de ser valientes, justos y comprometidos.

Y cuando eso pasa, ellos también empiezan a creer en sí mismos.

Una invitación para todos los líderes

Este enfoque puede ayudarnos a pensar en nuestras propias responsabilidades con una nueva perspectiva. Ya sea que sirvamos como líderes de jóvenes, padres o mentores, vale la pena preguntarnos: 

¿Estamos poniendo expectativas reales sobre ellos? ¿Los estamos acompañando en el proceso, no solo evaluando resultados? ¿Creamos espacios activos donde puedan descubrir su potencial?

En un mundo donde muchas voces bajan el estándar para “no incomodar”, el Evangelio ofrece algo distinto: visión, identidad y propósito. Y los jóvenes, si los miramos con fe, están más que listos para responder a ese llamado.

Fuente: Leading Saints 

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