El domingo 31 de agosto de 2025, el presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Jeffrey R. Holland, se dirigió a miles de jóvenes adultos solteros reunidos en el Centro de Conferencias de Salt Lake City, en la clausura de la conferencia de tres días «Juntos en Cristo».
Con un mensaje lleno de experiencias personales, el apóstol animó a los jóvenes a mantenerse firmes en el camino de Jesucristo y compartió tres momentos decisivos de su propia juventud que lo acercaron más al Salvador: su servicio misional, su educación y su matrimonio.
La misión: un cambio profundo
El presidente Holland relató que su decisión de servir una misión en Gran Bretaña en la década de 1960 estuvo influenciada por el ejemplo de cuatro amigos que ya habían prestado servicio.
“Era evidente que en sus misiones habían experimentado un cambio poderoso. Yo quería ser como ellos. Siempre que los veía en una salida, en un juego de béisbol o al escucharlos discursar en la Iglesia, simplemente decía: ‘Quiero ser así. Si eso es lo que hace una misión, entonces yo quiero servir una’”.
Pidió a los jóvenes recordar que el servicio no termina al regresar a casa:
“Tenemos mucho trabajo por hacer antes de que venga el Salvador. Espero que nadie diga: ‘Ya serví mi misión, ¿qué tiene ahora la Iglesia para mí?’. Lo que quiero escuchar es: ‘¿Qué más puedo hacer por esta Iglesia, después de haber recibido la experiencia espiritual más grande de mi vida, un entrenamiento personalizado y un lanzamiento a la madurez más poderoso que cualquier otra cosa?’”.
La educación: una inversión espiritual y personal
Recordando a sus padres, el presidente Holland contó que siempre esperaron de él dedicación a los estudios, lo que le abrió grandes oportunidades, incluyendo revelación personal sobre dónde continuar su formación.
“Si están intentando acercarse al Salvador, si ya comenzaron una relación con su Padre Celestial y procuran mejorar cada año, pueden confiar en que recibirán revelación para guiar su camino. Sean fuertes. Sean pacientes. Manténganse en la tarea. ¡Mantengan la cabeza en alto!”.
Añadió que el aprendizaje es parte del plan divino:
“Tenemos que aprender todo lo que podamos, por el bien de nuestro cónyuge, nuestros hijos, nuestras comunidades y la Iglesia. Todas las formas de educación son parte del plan del evangelio para elevar el alma y mejorar la vida personal”.
El matrimonio: una unión centrada en Cristo
Holland recordó con ternura a su esposa Pat, con quien compartió 60 años de matrimonio hasta su fallecimiento en 2023.
“Ella me ayudó a ser mejor discípulo de Jesucristo: primero al animarme a servir una misión y después como una firme seguidora de Cristo en nuestro hogar”.
Habló del poder de un matrimonio justo y de la esperanza que da la resurrección:
“Si pensara que no volveré a verla ni estar con ella en la eternidad, estaría inconsolable sin importar quién intentara darme consuelo. Pero la veré de nuevo, y si soy digno, estaré con ella por la eternidad”.
Cristo como fundamento
El apóstol invitó a los jóvenes adultos a edificar sus vidas sobre Cristo, citando Helamán 5:12:
“Estoy seguro de que notaron en el versículo las referencias a vientos huracanados, torbellinos, granizo y grandes tormentas que golpean contra ustedes. Debemos estar preparados para esas pruebas, porque llegarán. Muchos de ustedes ya lo saben. Los demás no deberían sorprenderse cuando sucedan”.
Finalmente, testificó con firmeza del Salvador:
“Nuestro tema esta noche, ‘Juntos en Cristo’, es lo que hemos vivido aquí. Testifico de Él, el Hijo viviente del Dios viviente, el Alfa y la Omega de nuestras vidas, el creador del cielo y la tierra, quien, por Su Expiación y Su obediencia perfecta al Padre, hace realidad nuestros sueños”.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org
